sábado, 18 de agosto de 2018

LA PLAGA DE LA CHUMBERA EN EL PAISJE DE LOS ALCORES

Chumberas con la plaga en el camino de los molinos de Marchenilla

        Recuerdo las chumberas, a las que hace referencia nuestro amigo Pepe Luque, situadas en las faldas de la colegiata de Osuna. Si mi memoria no me falla, en la parte trasera del edificio religioso existen unas casas cuevas y una barriada que atrajo mi atención por su paralelismo con el Castillo de Alcalá de Guadaíra. Cuevas y barriada junto a chumberas. Y, como ocurre en todos los rincones de Andalucía, también allí, nadie ha tomado medidas para evitar la propagación de la cochinilla.

El insecto apareció en Alcalá de Guadaíra hace un año, más o menos. En estos momentos puede que afecte a un 20% de las tunas existentes en nuestro término municipal, pero se extiende con mucha rapidez. En diciembre de 2017, el grupo Solano – Ecologistas en Acción denunció que habían “… llegado al corazón mismo de El Viso del Alcor, tras arrasar Carmona.” [1] Es la dirección de la propagación de la plaga, en la comarca de Los Alcores: Carmona, El Viso del Alcor, Mairena del Alcor y Alcalá de Guadaíra. Si no se hace algo con urgencia, dentro de poco, la situación aquí será a la inversa, ochenta a veinte.

Los que hemos tenido una relación estrecha con el campo, y un padre jornalero, el higo chumbo supuso, en nuestra niñez, un recurso alimenticio y económico en momentos complicados para nuestra familia ... aún hoy se sigue vendiendo chumbos en las calles de nuestro pueblo, lo que denota, junto a otros termómetros, que importantes capas de la población lo sigue pasando muy mal, a pesar de que deberíamos estar ya viviendo en la “California del Sur”.

Por otro lado, el paisaje de Los Alcores sin la presencia de la chumbera, delimitando padrones, junto al antiguo trazado del “tren de los panaderos”, en las faldas de los castillos: de Alcalá, de Marchenilla, de Luna o junto al parador de Carmona, no sería el mismo. Como tampoco lo sería en buena parte de Andalucía. Si seguimos así, los alcoreños tendremos que bucear en la pintura de la escuela paisajística sevillana, y en la de Alcalá de Guadaíra, en Emilio Sánchez Perrier, José Arpa Perea, Manuel García Rodríguez, José Pinelo Llull … o en fotografía de Lucien Levy (1882), para encontrar la chumbera como un elemento asociado a nuestro paisaje natural.

Al parecer, existen dos tipos de cochinilla, la Dactylopius coccus, que normalmente no se considera plaga ya que se instala en la opuntia pero no llega a matar a la planta…” y la “Dactylopius opuntiae” que sí es plaga de la opuntia y llega a matar a la planta.” [2] Se han aplicado varios tratamientos en lugares concretos, químicos y biológicos. Desde un sector de la agricultura ecológica se plantea la siguiente solución a base de jabón y aceite, que no deben mezclarse: Primero se aplica el jabón, a la dosis que indique la etiqueta, ya que hay varias concentraciones, pero puede ir de 0.75 a 1.5% (de 7.5 a 15 cc/litro) y que sirve para disolver la capa de cera que protege a los insectos, causando su muerte. A continuación, unos días después, se puede aplicar el aceite (por ejemplo, de parafina, que normalmente tiene un 83% de riqueza y se aplica al 1%, o sea, 10 cc/ litro). Sirve para asfixiar –efecto físico– las larvas o huevos y ovisacos que hayan podido quedar, y este es el tratamiento ideal que podría repetirse cada vez que se detecta el inicio de nuevos ataques.” [3] Por otra parte, se ha puesto en marcha un proyecto de investigación auspiciado por la Diputación de Cádiz, la patronal agraria y la Universidad de Córdoba, cuyo estado de desarrollo ignoro.[4]

Para la administración autonómica, Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, son equiparables, como plantas invasoras, la Opuntia ficus-indica” con la “Opuntia dillenii”, sencillamente una estupidez. [5] Ni la especie, ni el medio físico, composición y comportamiento de los suelos, ni los datos visibles las hacen equiparables. ¿Qué podemos esperar de un gobierno que no tiene ningún plan para erradicar las verdaderas especies invasoras, como el ailanto, Ailanthus altissima, la cotorra de Kramer, Psittacula krameri o el pez gato, Ameiurus melas, por citar ejemplos de invasoras de tierra, aire y agua o que después de cuarenta años mantenga la mayoría de las vías pecuarias usurpadas y desforestadas, que no ha impedido el arranque masivo de padrones, lentiscales y palmares a lo largo y ancho de toda la geografía andaluza, permitiendo, por el contrario, la implantación masivas de cultivos de regadíos que esquilman los acuíferos e hieren de muerte a numerosos ecosistemas y a espacios naturales, por ejemplo, el Parque Nacional de Doñana?.

Presidenta de la Junta de Andalucía, Consejero de Medio Ambiente, Alcaldes y Alcaldesas, por la misma regla de tres, patatas, tomates, naranjos …,  y una lista que sería interminable, no son añadidos a la relación de especies invasoras, y dado que, con toda seguridad no se añadirán, sacad a la Opuntia ficus-indica de la lista y empezad a actuar ya para salvarla de la plaga de la cochinilla, la ciudadanía se lo exige.

Alcalá de Guadaíra, 18 de agosto de 2018
Francisco J. Gavira Albarrán







[5] http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/site/portalweb/menuitem.7e1cf46ddf59bb227a9ebe205510e1ca/?vgnextoid=517a32ff3143b210VgnVCM2000000624e50aRCRD&vgnextchannel=7b5cb2c42f207310VgnVCM2000000624e50aRCRD Invade ecosistemas costeros de interés (sistemas dunares, enebrales, sabinares) además de bosques y matorrales costeros. Compite con especies de flora autóctona: lentiscos, palmitos, retamas, enebros y sabinas.”


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