Cordel de la Camorra |
El sendero comienza en la urbanización
de Las Encinas o El Torreón. Cuando estemos en la entrada de la
urbanización tenemos que coger por la primera calle a la derecha, de nombre
Orégano. Cuando lleguemos al final torceremos a la izquierda por la calle Clavo,
donde dejaremos el coche lo más al fondo que podamos.
Ya estamos paseando por una vía
pecuaria, en este caso un cordel, que delimita los términos municipales entre
Mairena del Alcor y Alcalá de Guadaíra. Los cordeles pueden tener un máximo de 37,5
metros de anchura. Otros tipos de vías pecuarias son: las cañadas, 75 metros, las
veredas, 20 metros y las coladas, que son cualquier vía de menor anchura que
las anteriores. Estas, junto a los abrevaderos, descansaderos y majadas,
constituían los caminos de paso y lugares de parada y descanso del ganado en la
llamada trashumancia. Estos espacios de dominio público se han visto
fuertemente intrusados por actividades de todo tipo, también ha ocurrido con el
cordel que conoceremos hoy. [1]
Cordel de la Camorra |
El primer tramo, hasta la carretera de
Sevilla a Mairena del Alcor, tiene un kilómetro y medio. A nuestra izquierda, durante
todo el tramo, disfrutaremos de la dehesa Nueva o de Martín Navarro. En
ocasiones las panorámicas de las encinas, acebuches, lentiscos y otras especies
arbóreas son extraordinarias. El avistamiento de aves rapaces: ratonero,
milano, águila culebrera, cernícalo común y primilla se encuentra garantizado.[2]
En la parte derecha marcharemos junto a un eucaliptal, al que le sigue una
amplia zona de pastizal. Las vistas, en dirección a Alcalá, son únicas. [3]
Cordel de la Camorra |
Ya hemos
cruzado la carretera y a un kilómetro de distancia, a nuestra derecha,
encontraremos la hacienda de San Agustín. En el libro Cortijos, haciendas
y lagares de la provincia de Sevilla se describe como una de las más
importantes haciendas del término municipal de Mairena del Alcor y se dice
que su estado de conservación es bueno, aunque acusa diversas reformas y
considerables añadidos para adaptarla a su nueva funcionalidad,
fundamentalmente residencial y dedicada a la cría de caballos, y que
responde a las pautas que definen la tipología de la hacienda, aunque en este
caso se articula de forma anárquica en torno a un patio principal irregular. En
esta ocasión no cuenta con una sola almazara sino con dos, de las que
sobresalen las macizas torres de contrapeso, que son los elementos más
significativos del edificio histórico. [5]
Hacienda de San Agustín. Foto: En "Cortijos, haciendas y lagares de la provincia de Sevilla" |
Una vez que hemos pasado la hacienda de
San Agustín, a nuestra izquierda finalizaba el camino de Pero Migo o de San
Agustín, que nace en el de Matatoros, cerca de la conocida como Cruz
de Otivar, y que cuenta con más de tres kilómetros trescientos metros de
longitud. Este camino aparece en el Inventario
de Caminos de Alcalá de Guadaíra, pero no lo podemos recorrer en su
totalidad, ya que se encuentra cortado. [6]
Continuaremos de frente y a unos
quinientos metros nos saldrá un camino a nuestra derecha que inmediatamente se
divide en dos, cogeremos el de la izquierda para visitar las ruinas de la Ermita
de Belén. [7]
La zona también se conoce como la alamea Belén.
Se encuentra dentro del término municipal
de Carmona, a unos doscientos metros del cordel de la Camorra por el que
venimos transitando. El Padre Flores, en sus memorias, al referirse a las
capillas con culto en los alrededores de la hacienda del Lavadero, que
veremos más adelante, la nombra.
Ermita de Belén. Foto: Enrique J. Cuevas, agosto de 2016. Compartido en Google |
Devuelta sobre nuestros pasos, continuaremos
por el cordel de la Camorra, unos quinientos metros, hasta enlazar con la Cañada
Real de Pero Mingo y Palmete, que cogeremos a la izquierda. Quinientos
metros más adelante nos encontraremos con el camino de Matallana, que cruza la
cañada, y que lo tomaremos a la izquierda. Hay que tener cuidado, ya que se
encuentra asfaltado, aunque el tráfico es mínimo. A doscientos metros de allí
estaremos ante la entrada a la hacienda de San José. Edificio del siglo
XVIII, que se desamortizó durante el Trienio Liberal (1820-1823) y que hasta
entonces había perteneció al sevillano convento de San Basilio el Magno.
Hacienda de San José. Foto: En "Cortijos, haciendas y lagares de la provincia de Sevilla." |
Desde allí regresaremos sobre nuestros
pasos al punto de partida, tal vez, con una mirada diferente sobre los caminos,
en todo caso, ya verás cómo la jornada se te hace corta y con ganas de
emprender una nueva ruta para conocer nuestro patrimonio histórico y natural.
Mapa de la ruta |
[1] En 2007,
Alwadi-ira – Ecologistas en Acción denunció, en apoyo de los vecinos de la
urbanización, la ausencia de un paso elevado o subterráneo que diese
continuidad a la vía pecuaria. En el proyecto de desdoble de la carretera A-398.,
se olvidaron de facilitar el paso y continuidad del cordel. En 2013 se puso en
conocimiento del SEPRONA, Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra y Delegación de
Agricultura, Pesca y Medioambiente de Cultura de la Junta de Andalucía la
usurpación del cordel, junto a la misma urbanización, donde se había intrusado con
la instalación un campo de futbito.
[2] En 2017, en
respuesta a una llamada de los vecinos de la zona, el grupo ecologista denunció
una corta de árboles en la dehesa Nueva. Estuvimos en el cordel, como atalaya
para intentar comprobar la corta de árboles en el interior de la dehesa y
recibir a los agentes del Seprona.
[3] Mi padre me
cuenta que, en 1945, en plena posguerra, con doce años, junto con mi abuelo y
una burra, estuvieron haciendo cisco al lado del eucaliptal. Mi abuelo que
había perdido su medio de vida, una calera, tenía que buscarse las habichuelas como
podía. Como almuerzo llevaban hojas de coles esparragadas elaboradas con
pimiento molido, aceite y ajos. El hambre perduró en amplios sectores de la
población durante mucho tiempo después del golpe de estado perpetrado contra la
república.
[4] En el Diario
de Córdoba, de fecha 27 de agosto de 1897, entre otros medios, se hizo
eco de la siguiente noticia: Robo escandaloso.- En la Hacienda Nueva,
término de Alcalá de Guadaíra, se ha cometido un robo que recuerda á aquellos
que hicieron tristemente célebres á los Juan Palomo y José María, terribles
habitantes de Sierra Morena. En las primeras horas de la noche se presentaron
en la finca referida cuatro hombres pobremente vestidos, pidiendo agua al
capataz para calmar la sed. El capataz, sin sospechar nada de aquellos hombres,
fue á darles de beber, cuando repentinamente uno de ellos le colocó un revólver
junto al pecho, amenazando con disparar si profería la menor palabra ó
articulaba un grito. Sorprendido el capataz por tan brusca é inesperada
agresión, nada pudo hacer en su defensa, y otro tanto ocurrió á su mujer, á
quien amenazaron con un puñal los ladrones. Estos les intimidaron para que
entregaran cuanto dinero tuvieran consigo, recibiendo la llave de un mueble
donde los colonos guardaban 8.000 reales, dispuestos para pagar los jornales de
los operarios de la finca. Después de apoderarse del dinero, los ladrones
cerraron la puerta de la casa para impedir que los robados pudieran
perseguirlos, y se pusieron en precipitada fuga.
[5] En
Cortijos, haciendas y lagares de la provincia de Sevilla. Tomo 1, pg. 860
y 861. Junta de Andalucía. Consejería de Obras Públicas.
[7] Según me
cuentan, la ermita se encontraba habitada a mediados del siglo pasado por un
guarda de nombre Juan de Dios, al que llamaban Pata Palo, por su
minusvalía, que ejercía la guardería para varias fincas de los alrededores.
[8] Memorias
históricas de la villa de Alcalá de Guadaíra. D. Leandro José de
Flores. Sevilla, 1833. Cuaderno 5º pg. 9
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