La
ruta de hoy tiene 4,5 kilómetros, es circular y, contando con las paradas, la
podemos realizar en dos horas.
Saldremos en coche de la
portada de la feria de Alcalá a las 9:00 horas (en Piedra Hincada estaremos a
las 9:30 horas). Una vez que hemos pasado el cruce de Monte
Carmelo, dirección Mairena del Alcor, en la primera rotonda torceremos a la
izquierda para aparcar inmediatamente en el polígono, calle Polisol ocho.
Estamos
en plena dehesa de Piedra Hincada, topónimo con el que se conoce una amplia
zona de aproximadamente 300 hectáreas. Comenzaremos a andar en paralelo a la
A-398. Al otro lado de la carretera divisaremos una edificación encalada con un
portón verde flanqueado por palmeras. Es una antigua casa de postas, conocida
con el nombre del El Villón o Parador de
Buenavista [1], un lugar de parada para las diligencias
que transitaban por la carretera Sevilla-Madrid, conocida hoy como Cortijo
de Piedra Hincada.
Continuando
nuestra ruta, divisaremos a nuestra izquierda una antigua cantera. Merece la
pena visitarla. Es un auténtico laberinto tallado en las calcarenitas. En este
lugar, nuestra imaginación echará a volar sobre si lo que contemplamos tiene un
origen romano o medieval. En todo caso, conviene recordar que Piedra
Hincada, durante siglos, suministró sillares con los que se levantaron muchas
construcciones de importancia en nuestra comarca. Por ejemplo, se
encuentra perfectamente documentado el empleo de sillares de Alcalá en la construcción
de la Catedral de Sevilla [3]; una labor ingente, sobre todo teniendo
en cuenta que las técnicas y las herramientas de trabajo eran rudimentarias en
comparación con las de hoy. Aun así, veremos claramente los cortes realizados e
incluso algunos sillares o trozos de piedra a medio
cortar.
La
zona donde nos encontramos conserva un número importante de encinas (quercus
rotundifolia), pertenecientes a una dehesa que antaño estuvo mucho más
densamente poblada. Aún hoy, dado su aislamiento, constituye un refugio
importante para la vida vegetal y animal.
El
siguiente tramo de la ruta discurre en paralelo a las traseras de unas huertas,
hasta situarnos a los pies del conocido como Cerro Gordo. En las
faldas del cerro veremos encinas, algarrobos, acebuches, coscojas, retamas,
tomillos, palmitos y una variedad importante de herbáceas. En relación con la
fauna se ha podido constatar la presencia de las siguientes especies: ratonero,
milano, águila culebrera, cernícalo común y primilla, cuervo, lechuza,
mochuelo… Zorros, liebres, conejos, meloncillos, ginetas, erizos… Culebra de
escalera, lagarto ocelado, etcétera.
En
la base del Cerro Gordo se encuentra lo que en su día fue la Huerta de
El Mohíno, que luego pasaría a llamarse Huerta de Camisón y
hoy es propiedad de la cementera. En este punto existió uno de los registros perteneciente
a la conducción de aguas construida por The Seville Water Works Company Limited
(SWW), que captadas en la Hacienda de Clavinque, término municipal
de Mairena del Alcor, se unían a las de Alcalá abastecían a Sevilla.
Merece
la pena subir para contemplar unas magníficas vistas de la Dehesa Nueva,
que nos darán una ligera idea de cómo fueron los alcores en otras épocas y,
como contrapunto, en la cara sureste, la inmensa cantera de la cementera
devorando nuestro patrimonio natural. Desde aquí regresaremos al punto de
partida.
[1] Mapa topográfico elaborado por el
Instituto Geográfico en 1873. En el mapa topográfico elaborado por el Instituto
Geográfico y Estadístico en 1918, conserva el nombre de Parador de Buenavista.
En el mapa topográfico y parcelario elaborado por el Instituto Geográfico y
Catastral en 1945 aparece ya con el nombre de Hacienda de Piedra Hincada. En la
actualidad se le reconoce como cortijo.
[2] Consejería de Vivienda y
Ordenación del Territorio: Cortijos, haciendas y lagares de la
Provincia de Sevilla. Junta de Andalucía, 2009, pág. 915. Se le nombra
cortijo de Piedra Hincada.
[3] Alfonso Jiménez Martín: La
catedral gótica de Sevilla: fundación y fábrica de la “obra nueva”.
Universidad de Sevilla, 2007, págs. 171-172.