sábado, 24 de julio de 2021

Dejemos de ignorar tanto.


Es imprescindible que conozcamos el estado real de las cosas para actuar en consecuencia, desarrollando pensamiento crítico. Desde el punto de vista medioambiental local, lo podemos traducir en qué se hace, cómo y qué planes tiene el municipio con respecto a la sostenibilidad; también, qué proponemos y hacemos al respecto cada uno de nosotros.

La persona que gravó el vídeo de un camión cisterna vertiendo su contenido contaminante al río Guadaíra y luego lo difundió en las redes, consciente o no, puso encima de la mesa otra realidad; qué se hace para conservar lo que tenemos fuera de los núcleos urbanos. Si fuera un atentado aislado lo podríamos calificar de anecdótico, pero no es así. Continuamente se producen vertidos contaminantes en el medio rural; también son vertidos las haciendas en ruinas, los caminos y vías pecuarias usurpadas, los yacimientos arqueológicos expoliados, el potencial de Gandul ignorado, las extracciones de agua ilegales, las construcciones ilegales y las legales insostenibles, los basureros incontrolados y los “controlados”, como el de Nerva, la quema de residuos en cementeras y un largo etcétera. No es posible, sin colapsar, continuar manteniendo una relación con la naturaleza en términos de saqueo ilimitado de recursos, y los hechos nos muestran que se sigue mirando para otra parte.

Esta toma de conciencia comienza en el ámbito local. Nuestra realidad se encuentra politizada por quienes gestionan lo local, desde aquí y fuera de aquí. No olvidemos que el gobierno autonómico nos ha metido en una vorágine desreguladora, a base de decretazo, como denuncia Ecologistas en Acción: “El Decreto-ley 3/2021, elaborado, supuestamente, para la agilización administrativa y racionalización de recursos para la recuperación económica, está en la misma línea de favorecer la desregulación ambiental y urbanística que el Decreto Ley 2/2020 de 9 de Marzo 2020, aprobado también bajo el subterfugio del fomento de la actividad productiva.” 

No queda otra que actuar. Perder el miedo para poder proteger el patrimonio histórico y natural; en general lo público. Andalucía debe de dejar de ser la zona de sacrificio de Europa y en los municipios no todo consiste en mantener limpio de hojarasca los lugares de tránsito, como sucede en el nuestro con el Parque de Oromana. 

Francisco José Gavira Albarrán

24 de julio de 2021

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