lunes, 4 de abril de 2022

EL RÍO GUADAIRA

El río Guadaíra es un afluente del Guadalquivir cuya cuenca tiene una superficie de 1.318 Km2, extendiéndose por los términos municipales de Puerto Serrano, Morón de la Frontera, Coronil, Paradas, Arahal, Los Molares, Utrera, Carmona, el Viso del Alcor, Mairena del Alcor, Alcalá de Guadaíra, Dos Hermanas, Sevilla y Coria del Río.


Tiene su nacimiento en las últimas estribaciones de las sierras subbéticas, en las llamadas sierras de Morón de la Frontera y aunque el nacimiento oficial es el manantial de Pozo Amargo, en el término municipal de Puerto Serrano, manantial de aguas sulfurosas que fueron utilizadas para usos medicinales desde mediados del siglo XIX, el río Guadaíra posee otros nacimientos más lejanos y de mayor altitud, como Gaena, Charquillos,  Pozo del Salado o El Santo.

Desde su cuenca alta, espacio que está en proceso de ser declarado Paisaje Protegido, sus aguas se dirigen hacia la Campiña, rodeando la Sierra de Espartero, visible desde Alcalá de Guadaíra, supera la formación de Los Alcores y, tras recorrer los últimos kilómetros por las terrazas del Guadalquivir, desemboca en este río, actualmente a unos veinte kilómetros de Sevilla, en el lugar conocido como San Millán, en el término municipal de Coria del Río, ya que su cauce fue desviado a principios del siglo XIX

El río Guadaíra tiene una longitud aproximada de 128 kms, siendo sus afluentes más importantes, por su margen derecha el Salado, El Saladillo, La Alameda, Los Barros, El Cuerno y el Salado de Morón y por su margen izquierda el Guadairilla o Aguaderilla, conocido el Alcalá como Arroyo de Maestre, por discurrir sus últimos metros por esta finca.

El río Guadaíra, y los arroyos de su cuenca, es conocido por varios motivos, entre ellos el patrimonio ligado a sus riberas, especialmente los molinos que han llegado a superar los 65, El Boticario, La Rubia, San Pedro, Aceñas, Benarosa, San Juan, Algarrobo, Arrabal, Realaje, Pelay Correa, Cerrajas… y de los que hoy día aun podemos localizar restos de más de 50.

Otro de los motivos por lo que el río Guadaíra ha sido conocido en los últimos decenios es la grave contaminación que ha afectado a sus aguas, especialmente proveniente de las aguas residuales urbanas y de los alpechines y sosa caústica proveniente de las industrias dedicadas a la transformación de la aceituna. Actualmente estos problemas se han reducido, aunque no solucionado completamente.

Antonio Gavira Albarrán

14 de junio de 2014


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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