martes, 3 de septiembre de 2024

El marqués de Gandul, D. José Pacheco y Aragón y su villa: I La villa de Gandul

 

Gandul 1853

En 1836, la intendencia de la provincia de Sevilla publicó una circular con la finalidad de arrendar el abasto y los derechos de renta del aguardiente y sus compuestos, para el año siguiente, con arreglo a lo establecido en el Real Decreto 14 de diciembre de 1826.[1] Un trámite que debía tener lugar en los emplazamientos de costumbre de cada uno de los pueblos. Para Gandul se establecieron los derechos reales en 375 rs.[2]  El primer remate se fijaba para el 25 de octubre, el segundo el 5 de noviembre y el tercero el 25 del mismo mes.[3]  La circular la firmó, el 29 de septiembre, Eugenio de la Torre, comendador de rentas de la provincia de Sevilla.[4]  No conocemos si en la villa tuvo lugar la subasta anunciada. De llevarse a cabo, la hipótesis más plausible es que se hiciese con ella el estanco o la posada, dado que la tienda citada en el Catastro de Ensenada habría desaparecido para esa fecha y no existían más puntos en los que pudieran poner a la venta las mercaderías al por menor. El estanquero ostentaba el puesto de alcalde pedáneo desde el año anterior. Un puesto que ejercerá hasta 1842, «cuando por falta de negocio cierra el estanco y desaparece el cargo, pues ningún vecino quiere la responsabilidad de alcalde.»[5] Lo más probable es que la convocatoria quedase desierta o se adjudicase a algún agente de Alcalá de Guadaíra, o se hiciese con ella el propio marqués de Gandul. Sea como fuere, tengamos presente que la villa, en esos momentos, había dejado de ser lo que fue.   

La Ley de 26 de agosto de 1837 abolió definitivamente los señoríos. La condición para mantenerse como municipio independiente se basaba en disponer un mínimo de habitantes que Gandul no reunía. El 15 de abril de 1840, Gandul y Marchenilla pierden la jurisdicción de villa y se incorporaran a Alcalá de Guadaíra.[6] Este declive comenzó en el siglo XVIII y tuvo su punto dramático en el saqueo e incendio que sufrió a manos de las tropas francesas en 1810. F. López nos cuenta que, en el molino de El Hornillo, propiedad del marqués de Gandul, un soldado francés quiso forzar a una molinera joven y esta lo mató de un «jardonazo».[7] Una prueba más de los momentos dramáticos que sufriría la villa y las posesiones del marqués durante la ocupación francesa. 

En un trabajo de campo titulado: “Itinerario de Alcalá de Guadaíra a Málaga y Ramal de Antequera a Loja.”, elaborado por los capitanes de E.M. D. Joaquín Dusmet y Navarro y D. Miguel Primo de Rivera y Sobremonte, fechado en septiembre de 1853,[8] se dice que Gandul es un barrio de Alcalá de Guadaíra que cuenta con 15 vecinos y que: 

«...fue incendiado por los franceses en la pasada guerra de la independencia, lo que hace no queden más que ruinas en él y algunas pequeñas casas, pues su corto terreno pertenece al marques que lleva su título y por consecuencia sus pocos habitantes son gente pobre y sin recursos.»; «Conserva un antiguo torreón en ruinas S.  El Palacio del marqués es un edificio grande y de solida construcción. Tiene también una posada de pocos recursos, pero muy capaz pues tiene 190 pesebres y una pequeña iglesia. Las pocas casas forman una calle que es el camino que se atraviesa en desmonte y bajada hasta el arroyo producido por un acimiento de agua que llaman sucintamente el manantial.» 

Era tal la decadencia que en la mañana del 22 de mayo de 1842 unos «gandules» o «mozalbetes», calificados por la prensa de «iconoclastas», se entretuvieron disparando con sus escopetas al retablo de la iglesia de San Juan Evangelista. Templo que aún permanece en pie en la Calle Real de la abandonada villa.[9] Pudiera ser que en ese momentos no contase con párroco y este viniese de fuera para asistir a los servicios. A finales de 1859 el arzobispado de Sevilla publicará un edicto convocando a concurso general una serie de curatos, entre ellos el rural de segunda clase de Gandul.[10] En 1865 se publican en la Guía de Sevilla y su provincia los nombre de los párrocos de determinadas localidades, donde podemos leer:  «De entrada.—Gandul (rural) —D. Francisco Suárez.».[11] El arzobispado de Sevilla se dividía en 31 arciprestazgos,[12] y Gandul pertenecía al de Alcalá de Guadaíra, junto con El Viso del Alcor y Mairena del Alcor.[13] Su iglesia era proveída por el cabildo de la Catedral de Sevilla.[14] 

El despoblado ya solo será noticia por hechos dramáticos o relacionados con su abandono. En la madrugada del 23 de septiembre de 1842 tres hombres armados robaron en el «sitio de los Poyos, término de Gandul», al cosario que se dirigía desde Sevilla a Arahal.[15] 

El camino que conducía de Alcalá a Gandul se encuentra dentro de la Sección cuarta. Caminos vecinales de primer orden o preferente. No valorado. Desde Gandul a Málaga y Granada, se encontraba en pésimo estado.[16] Así ya lo recoge la prensa al menos desde 1846. En concreto se dice necesario un presupuesto para «las 27.000 varas que hay desde Gandul a Arahal, que son las peores del camino de Osuna.»[17] 

En 1850 se realiza un reconocimiento y levantamiento de planos por el arquitecto Balbino Marrón. El expediente administrativo fue elevado a Madrid siendo aprobado. El proyecto consistía en reformar la pendiente, que, a su paso por Gandul, sorteaba el escarpe de Los Alcores, dándole otra dirección para disminuir el desnivel. La prensa resalta la generosidad del marqués que había cedido los terrenos por donde pasaría el nuevo camino.[18] Ya, en 1850 se destinará una cuerda de presidiarios para los primeros trabajos en Gandul.[19] Unas obras que continuaban en 1852.[20] 

En 1861 se publicará en La Andalucía que «el rector de la Universidad literaria ha dispuesto, en uso de las facultades que la ley le concede, que el inspector de primera enseñanza de la provincia visite durante el año 1861 las escuelas de los pueblos que a continuación se expresan», en la relación se incluía a Gandul.[21] 

En 1864 se publican en La Andalucía dos romances que tienen a Gandul como uno de sus protagonistas: 

El desafío 

Si eres noble caballero,

Hijo del bravo Abú-Hamed:

Ven á batallar conmigo,

Que tu arrojo quiero ver.

Pide infantes y jinetes,

Al Califa cordobés:

Para luchar con los míos:

Uno a uno, ó cien á cien.

De matar, cansado el brazo,

Montiel, ilustre guerrero;

Hace alto con los suyos,

Y cantos dirige al cielo.

Tal fue la dura batalla;

Que de Marchena en el cerco,

Tuvo el bizarro Montiel,

Con los moros altaneros.

Trae contigo al renegado

Del alcázar de Jaén:

Que ya castigarlo quiero,

Por su horrible proceder.

No olvides á Alí Axataf:

Ni al alcalde de Almadén:

Ni á Jalubi el de Gandul:

Ni al mulato Abú Baker.

Venga toda la morisma;

Anhelo su rabia ver,

Hundida bajo mis plantas

Y llena de amarga hiel.

Con doblados escuadrones,

A estos anchos campos, ven:

Verás del brío cristiano,

La no vencida altivez.

Con los cráneos sarracenos,

Firmes puentes echaré,

En el Genil y el Salado

Y en el hondo Cuadalmez:

Para que mi gente pase

Por ellos, á enjuto pie;

Y atónito el mundo aplauda,

Al Dios Santo de Israel.

Si eres noble caballero,

Hijo del bravo Abú-Hamed:

Ven á batallar conmigo,

Que tu arrojo quiero ver.[22]



[1] Gaceta de Madrid, 26-12-1826, p.1.

[2]A catorce reales la arroba suponía un total de casi veintisiete arrobas. Según se establece en la                                       Enciclopedia Española del Siglo XIX, Tomo X, Madrid 1844, pg.235.

[3] Francisco Ruiz Luque, Máximo Ruiz Barruecos Sánchez, Antonio Manuel Molina Perálvarez, Apuntes para la historia de Castil de Campos, (1812 – 1856), Los avatares de una emancipación municipal, p.89. «La subasta empezaría el día de San Miguel de cada año y concluiría el treinta de noviembre, señalándose y celebrándose tres remates; el primero, de pujas llanas; el segundo, de diezmo o medio diezmo, según se presente el licitador, y para el tercero no se admitiría puja que no cubra el cuarto.»

[4] Boletín Oficial de la Provincia de Sevilla, 29-09-1836, n.º 725. p.2. Eugenio de La Torre es contador de rentas de la provincia de Sevilla. Gaceta de Madrid, n.º 449, de 15 de marzo de 1836. p.4.

[5] Pascual Madoz. Diccionario geográfico histórico y estadístico de Andalucía. Madrid, 1845-50. Alcalá de Guadaíra. Gandul. Cuadernos Didácticos n.º 5, de Patrimonio Histórico Artístico, Cuaderno para el profesorado. pp. 15 y 16. 

[6] José Manuel Navarro. La primera experiencia constitucional en Alcalá de Guadaíra. En las actas del III Congreso de Historia y Cultura de Alcalá de Guadaíra. p.625. Francisco López Pérez. Molinos y Molineros de Marchenilla. p.15.

[7] Francisco López Pérez. Molinos y Molineros de Marchenilla. p.56. «Entre los Peñascos se ha transmitido de unos a otros que en tiempos de los franceses, una antepasada, siendo joven, y perseguida por un francés, lo mató de un jardonazo en el molino de El Hornillo en donde era molinera. Esta tradición familiar sitúa a los antepasados de los Peñascos en la Rivera, en la primera mitad del s. XIX. Una cruz en el lugar de la muerte del francés ha recordado el hecho durante mucho tiempo.»

[8] El trabajo consta de dos partes: la descripción del itinerario con 54 hojas, más una hoja plegada; encuadernado 24x33cm y una planimetría escala 1:20.000, que consta de un mapa en 15 hojas de 75,7 x 55,5 cm. Ambos documentos se encuentran en el Archivo Cartográfico de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejercito.

[9] El Católico (Madrid). 1-6-1842. p,5. «Se instruye sumaria a los autores de este exceso, y es de esperar sufran el castigo a que por su irreverencia se han hecho acreedores.», El Peninsular (Madrid) 1-6-1842. p.2.

[10]  La Esperanza (Madrid)13-12-1859, p.1.

[11] Guía de Sevilla y su provincia. 1865, p.35.

[12] Guía de Sevilla y su provincia. 1866, p.36.

[13] Guía de Sevilla y su provincia. 1865, p.33.

[14] Nogales Márquez, Carlos F. La Iglesia de Santa María del Águila y los maestros mayores del arzobispado hispalense en el último cuarto del siglo XVIII: Antonio de Figueroa y Santiago de la Llosa. I Congreso de Historia y Cultura de Alcalá de Guadaíra 2018. p.86.

[15] El Católico (Madrid) 3-10-1842 p.8, El Constitucional Barcelona 8-10-1842. p.2, El Peninsular Madrid 3-10-1842, p.3, La Posdata (Madrid) 3-10-1842, p.2., El Heraldo Madrid. 1842 4-10-1842. p.3.

[16] La Andalucía, 31-01-1864, p.2, Guía de Sevilla y su provincia. 1865m p.49, 1866, p.52.

[17] El Tiempo (Madrid) 23-2-1846 p.2.

[18] El Heraldo (Madrid) 21-8-1850, p.3., El Popular (Madrid) 20-8-1850.

[19] El Heraldo (Madrid) 21-8-1850, p.3.

[20] El Observador (Madrid) 16-6-1852, n.º 1.415, p.2., El Heraldo (Madrid) 15-6-1852, p.3,

[21] La Andalucía, 23-02-1861, p.3

[22]La Andalucía, 24-01-1864, p.4

sábado, 27 de abril de 2024

Ruta: Puente “romano” de Gandul y molino de San Pedro.

Plano de situación.

Sábado 27 de abril a las 9:00

Quedamos bajo palacio de Gandul.

https://maps.app.goo.gl/rD1QsL59yebAbG6T7

Distancia: 6.5 km. lineal

Duración: 3 horas.

Dificultad: Baja

Objetivos: Aproximarnos a nuestro patrimonio histórico y natural a través de la actividad física. Conocer los caminos y vías pecuarias de nuestro entorno más próximo. 

Descripción:

Se inicia este recorrido en la venta de “El Puli”,[1] que se encuentra bajo el palacio de los marqueses de Gandul, un edificio del siglo XVII. En la villa aún podemos ver: la torre de vigilancia, la iglesia, dedicada a San Juan Evangelista[2], el ayuntamiento y tres molinos harineros:  el de Arriba, el de En Medio y el de Abajo, que eran movidos por las aguas del arroyo de Gandul o de La Madre, que nace junto al palacio.

Palacio de Gandul

Desde este lugar tan interesante nos dirigiremos por el Cordel de Gandul, que discurre paralelo a la A-92, hacia el puente del mismo nombre, sobre el arroyo Salado. 

Por todo el camino podemos ver restos de materiales cerámicos de distintas épocas, sobre todo romano. La zona elevada que tenemos a la izquierda, por encima de los acebuches, se conoce como La Mesa. Allí se estableció una ciudad romana sobre asentamientos más antiguos. 

El arroyo del Salado es el afluente más importante del río Guadaíra. Recoge aguas de Mairena del Alcor, El Viso del Alcor, Paradas e incluso parte de Carmona y Marchena. El tramo que veremos ha experimentado una cierta recuperación, en lo relativo a vegetación arbórea y arbustiva, destacando un bosquete de álamos. Desde este punto hasta su desembocadura en el río Guadaíra es término entre Mairena y Alcalá.

Puente de Gandul

Cuando lleguemos al puente “romano” de Gandul veremos carrizos, cañas, tarajes, juncos y algunos álamos sueltos. 

El puente se encuentra en término municipal de Mairena del Alcor. Aunque no hay vestigios que confirmen, de una forma taxativa, que la comunicación entre Hispalis y Anticaria cruzase el Arroyo Salado mediante un puente, esto debió ser así dada la importancia de esta vía de comunicación. D. Leandro José de Flores dice en sus memorias lo siguiente:  

«El puente que está en el Salado de Gandul parece haber sido antes de madera, y en 1733 lo hizo á su costa de cal y ladrillos la ciudad de Sevilla, y posteriormente habiendo estado intransitable para bestias y carruajes muchos años, pasando con dificultad la gente de a pie, se renovó y reedificó en 1828 por disposición del Excmo. Sr. Asistente D. José Manuel de Arjona, estrenándose á 22 de Enero. Hay memoria de que en 6 de Agosto de 1779 dieron muerte violenta en este sitio, por robarlo, á D. Andrés Laína y Pernía, vecino de Arahal.»

D. Gregorio García-Baquero López, Doctor en Historia por la Universidad de Sevilla, retrotrae la existencia de un puente al siglo XVI: 

«el 9 de noviembre de 1594, en una sesión del ayuntamiento de Sevilla se ponía en conocimiento la muerte que habían encontrado muchos arrieros cuando traían trigo y cebada a la ciudad al cruzar el puente del arroyo Salado de Gandul...», «...por estar la dicha pontezuela muy maltratada, y no tener pared, se han ahogado allí muchos arrieros, y muy de ordinario se le caen las cargas y traen el trigo mojado...»

La ruta continuará por el lado opuesto a la A-92. Cruzaremos por debajo de la A-92, y bordeando los campos de cultivo llegaremos a un camino perpendicular a la autovía que nos conducirá directamente al río Guadaíra y al Molino de San Pedro.  Este tramo de río conserva una importante vegetación formada fundamentalmente por taraje, aunque también podemos ver algunos fresnos, olmos y sauces. 

El molino de San Pedro es uno de los muchos molinos que molieron en este río y del cual aún se conservan la impresionante azuda y la nave de las piedras, aunque está muy aterrada. La azuda, al formar presa, mantiene una importante lámina de agua, refugio de numerosas especies de animales: ánades reales, distintas garzas, polluelas, nutrias, etcétera.

Restos del Molino de San Pedro.

Desde este punto nos dirigiremos de vuelta hacia Gandul por el mismo camino que hemos traído.

Francisco José Gavira Albarrán

[1] Edificada al pie de la antigua carretera Sevilla - Málaga, a la sombra de un par de moreras. 

[2] La iglesia de San Juan Evangelista presenta unas pésimas condiciones de conservación. La techumbre de la nave central se encuentra en ruina. Para su protección se ha colocado una lona o plástico.


jueves, 11 de abril de 2024

Las Majadillas, nuevamente amenazada.

Cantera de Las Majadillas

Los Alcores fueron calificados como “paisaje sobresaliente” en el Plan Especial de Protección del Medio Físico de la Provincia de Sevilla en 1986. Más tarde, en el Decreto 267/2009, que aprobó el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (POTAUS), se estableció que: «dada la alta visibilidad de estos espacios, las medidas para su protección tendrían que extenderse no solo a los escarpes propiamente dichos, sino también a las superficies colindantes con las cornisas superiores».

Ahora bien, en los casi cuarenta años transcurridos desde su calificación como paisaje sobresaliente se han permitido actuaciones que lo degradan, reducen o contaminan, sin que veamos en los planes de ordenación la protección necesaria y efectiva que preserve esta unidad geológica y paisajística insólita. Por el contrario, en la gestión de las cuatro corporaciones, independientemente de las siglas, han prevalecido los marcos culturales y los valores del mercado en detrimento del patrimonio, el medio ambiente y el paisaje, dicho de otro modo, el interés general ha resultado despreciado en beneficio de unos pocos.

Una de las actividades permitidas que mayor impacto han tenido, y tienen hoy, son las canteras de albero. Un ejemplo lo tenemos en Las Majadillas. Una explotación minera a cielo abierto situada entre el Castillo de Marchenilla y Gandul, en un área de extraordinario valor paisajístico. En la década de los noventa no se supo defender y proteger. Hoy corre peligro de convertirse en un campo de placas fotovoltaicas.

Conviene recordar que en Las Majadillas se vieron afectados yacimientos arqueológicos catalogados y otros no catalogados, que durante su explotación se picho el acuífero y que no se ha cumplido con el plan de restauración aprobado.

El proyecto de planta fotovoltaica que se quiere implantar se encuentra fuera de la ordenación urbanística. Una ordenación que fue aprobada por la Junta de Andalucía con fecha 23 de julio de 2023. La nueva regulación de instalaciones de generación de energía solar permite desarrollar la actividad en el 50% del término municipal de Alcalá, una barbaridad, aunque para el sector no es suficiente.  

Ante el dilema que afrontamos, la desregulación, que beneficia en exclusiva a unos pocos, la acción municipal y ciudadana debe trabajar por proteger un área que ejerce como mirador de la Campiña y corredor de biodiversidad. Es inaplazable defender un modelo de desarrollo sostenible, respetuoso con el patrimonio cultural, natural e histórico.

Francisco José Gavira Albarrán

 

jueves, 4 de abril de 2024

Ruta: Nacimientos del río Guadaíra, Balneario de Pozo Amargo y el Chaparro de la Vega.

Mapa de la ruta

Sábado 6 de abril.

Salida de Beca a las 8.00 h.

Distancia por la mañana: 9 km y por la tarde 3 km.

Dificultad: Baja

Guía: Paco Gavira. Área de Senderismo

Objetivos: Conocer el valor del medio natural y la importancia de contribuir a su protección y mejora.  Aproximarse a algunos de los posibles nacimientos del río Guadaíra. Visitar el antiguo Balneario de Pozo Amargo. Conocer el Chaparro de La Vega.

Descripción:

La ruta se inicia en el camino de Recoveros, que es el que conduce al cortijo de Gaena. En esta zona abunda la encina, el espino majuelo, los rosales y la zarzamora. A un kilómetro de la marcha nos pararemos en uno de los posibles nacimientos del río Guadaíra, un plantinar con abundancia de juncos. Entre la espesa maraña compuesta de zarzas e higueras, el agua permanece a pesar de un pozo abierto a escasos metros de allí. 

Continuaremos otro kilómetro más para tomar el camino de La Encarnación, que discurre entre olivares, almendros, monte de encinas, lentiscos, jaras y aladiernos. A dos kilómetros nos desviarnos unos minutos por la cañada Real de Grazalema para visitar otro de los nacimientos del río. En este punto podemos ver durante todo el año una poza de unos cuatro metros de diámetro. Regresaremos al camino que traíamos para continuar hasta llegar a Coripe, siempre con un bonito paisaje serrano entre olivos y montes. 

A la entrada del pueblo nos recogerá el autobús y nos trasladará a la estación de Coripe, situada en la conocida como Vía Verde de la Sierra y a escasos metros del río Guadalporcún. En este punto nos tomaremos el bocadillo o tapearemos en el bar de la estación. A la hora señalada iniciaremos la ruta de la tarde para acercarnos al Chaparro de la Vega. Este árbol fue declarado monumento natural en 2001. Es un ejemplar de encina de más de 200 años y de grandes dimensiones (13 m de altura y 30 de diámetro). 

La visita al Balneario de Pozo Amargo tendrá lugar antes de comenzar la ruta. Se sitúa junto al Km 76 de la carretera C-339, a mitad de camino entre las localidades sevillanas de Coripe y Morón de Fra. en el TM de Puerto Serrano (Cádiz).