miércoles, 28 de abril de 2021

NOTA DE PRENSA El grupo ecologista Alwadi-ira –Ecologistas en Acción-, se ha dirigido al Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra para comunicar un hallazgo arqueológico ubicado en el margen derecho de arroyo Guadairilla, a quinientos metros de distancia de la vía pecuaria “cordel de Mairena” y dentro del término municipal de Alcalá de Guadaíra.

 


Alwadi-ira en su escrito describe que se trata de una estructura de sillares de piedra caliza alberiza, con unas dimensiones aproximadas de 110x40 cm, formando dos filas paralelas, con relleno interior, que pudieran pertenecer a un puente que vadease el arroyo en ese punto. El hallazgo no ha podido ser datado aunque en todo caso se ha constatado restos cerámicos de época romana en las inmediaciones.


Alwadi-ira ha podido comprobar en la cartografía del PGOU que dicho yacimiento arqueológico no se encuentra catalogado, por lo que considera pertinente y necesario su estudio y protección mediante su inclusión en el Texto refundido NNUU de Alcalá de Guadaíra, BOP de 26 de abril de 1994, cuya actualización tuvo lugar el 15 de octubre de 2018. En concreto añadiéndolo a la relación del Artículo 447. Yacimientos Catalogados.

 


Para el grupo ecologista es urgente la comunicación a la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental, procediéndose según lo establecido en el artículo 50.1 de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, de Patrimonio Histórico de Andalucía. En dicho artículo se recoge “ la aparición de hallazgos casuales de objetos y restos materiales que posean los valores propios del Patrimonio Histórico Andaluz deberá ser notificada inmediatamente a la Consejería competente en materia de patrimonio histórico o al Ayuntamiento correspondiente, quien dará traslado a dicha Consejería en le plazo de veinticuatro horas”.

También se indica que en el artículo 25.2 a) de la Ley 7/85 Reguladora de las Bases de Régimen Local se expresa que “El Municipio ejercerá en todo caso como competencias propias, en los términos de la Legislación del Estado y de las Comunidades Autónomas en las siguientes materias:

a)Urbanismo: planeamiento, gestión, ejecución y disciplina urbanística. Protección y gestión del Patrimonio histórico.”

Alwadi-ira finaliza su comunicación solicitando al Ayuntamiento que se persone un técnico en el lugar y realice la valoración de los restos aparecidos, que se comunique el hallazgo a la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental, que se realicen los trámites necesarios para la inclusión del yacimiento en el PGOU y se le informe de las acciones llevadas a cabo.


                             Alcalá de Guadaíra, 27 de abril de  2021.

 

Sociedad Ecologista Teléfono: 722398525 E-mail: alwadi.ira@gmail.com.   Web: www.alwadi-ira.es Alwadi-ira - Ecologistas en Acción.    Apartado de Correos, 226. 

martes, 13 de abril de 2021

Por la cañada de Benagila y los caminos de Guadalperal a la dehesa de Gallegos

 

Hacienda de Mateo Pablo 

La ruta tiene nueve kilómetros, es circular y no presenta ninguna dificultad. Se puede realizar en tres horas incluyendo las paradas para sacar fotos y disfrutar de los parajes agrícolas y naturales.

Desde Alcalá tomaremos la antigua A-376, dirección Utrera. A dos kilómetros y medio se encuentra la hacienda de Mateo Pablo [i]. El coche hay que dejarlo en un descansadero situado frente a la hacienda. Desde allí parten, en direcciones opuestas, el cordel del Rayo, la cañada de Matalageme y la cañada de Benagila.

Hacienda de Mateo Pablo

Hay que aprovechar este tiempo de finales de invierno y comienzo de la primavera, con temperaturas más agradables, para recorrer un itinerario con paisajes únicos. 

El primer tramo discurre en dirección noreste por la cañada de Benagila [ii]. A nuestra espalda, dejaremos la hacienda; a la derecha, la gañanía, distante de nosotros unos 150 metros; y a nuestra izquierda, un padrón compuesto por tuyas, acacias, chumberas, lentiscos, acebuches y cipreses, que dejan entrever un añejo naranjal.

Gañanía de la hacienda de Mateo Pablo.

A poco de comenzar veremos un pozo distante unos 40 metros de la vía pecuaria. Luego, un núcleo vegetal compuesto por higueras, acebuches y palmas, coronando un talud, vestigio de una antigua calera, casi imperceptible entre el follaje, que fue utilizada para satisfacer las necesidades de óxido de calcio de la hacienda, la cal. Desde esta atalaya, sembrada de restos cerámicos que pudieran pertenecer a una villa romana, la vega aparece ante nosotros cubierta con un manto verde de trigales. Donde no es así, diferentes tonos de ocres esperan las sementeras del garbanzo y el girasol. Y distinguiremos, en la cornisa de Los Alcores, el color albero de la hacienda de Zafra y el cortijo de Maestre.

Vistas desde el talud de la antigua cantera.

También nos impactará un imponente palomar cilíndrico, de estilo barroco, jalonado con una veleta, del que se dice fue construido para satisfacer a la realeza en sus visitas y estancias a la hacienda de Mateo Pablo, centradas en la cacería. Sea como fuere, lo cierto es que aún tenemos la oportunidad de contemplar algo insólito, que debería ser catalogado y protegido. [iii]

Palomar.

Continuando nuestra marcha, flanqueados por olmos, llegaremos a un humedal plagado de acebuches, lentiscos, eucaliptos y una abundante tipología de herbáceas, donde antaño estuvo la conocida como huerta de Benagila. Este oasis de vida vegetal, refugio de numerosas aves, tiene una extensión aproximada de cuatro hectáreas y, dadas las incursiones del arado en su perímetro, no parece que tenga garantizada su permanencia. [iv]

Anchura en uno de los tramos de la cañada de Benagila.

Estamos transitando por una antigua dehesa que perteneció al Consejo de Alcalá, conocida con el nombre de Guadalperal y que se extendía a ambos lados del arroyo de Guadairilla. En este tramo, la anchura de la cañada de Benagila se ha visto reducida a su mínima expresión, dos o tres metros, cuando deberían ser 90 varas castellanas, 75,22 metros [v]. De paso, también, han fulminado cualquier tipo de vegetación arbórea y arbustiva.

Trigales en Guadalperal.

Cuando alcancemos el camino de Cuesta Carretilla, lo cogeremos a la derecha, abandonando la vía pecuaria. El arroyo de Guadairilla lo vamos a tener a nuestra izquierda durante 1,7 km., hasta un punto donde es posible aproximarnos a su cauce.

En la ribera predominan los eucaliptos, aunque también es significativa la presencia de olmos, álamos, acebuches, lentiscos, zarzas, rosales silvestres, espinos majuelos… Entre los árboles y arbustos es posible ver zarzaparrilla, aristoloquia, rubia peregrina, amor del hortelano, candilitos, arum, acelga silvestre, nueza negra, brionia… y un manto de nidos de gorrión moruno desprendidos por el viento desde lo alto de los eucaliptos.

Bosque de galería en el arroyo de Guadairilla.

Después de adentrarnos unos minutos en la tupida arboleda del arroyo, desandaremos unos 200 metros, hasta situarnos en la entrada de un camino particular, perpendicular al de Carretilla, cuya entrada es custodiada por un longevo piruétano o peral silvestrePyrus bourgaeana.

Inicio del camino particular perpendicular al de Cuesta Carretilla.

Un viejo piruétano en Cuesta Carretilla.

Con el permiso oportuno, tomaremos este camino. Vamos en dirección sureste, con tierra calma a ambos lados y una atarjea a la derecha, vestigio de pretéritos regadíos. Ocasionalmente, contaremos con la presencia de alguna acacia. A estas hazas se las conocen con el sugerente nombre de El Pozancón.

Así, sin darnos cuenta, iremos tomando altura hasta llegar a un naranjal, perimetralmente abrazado por una hilera de cipreses. Aquí merece la pena hacer un alto en el camino para disfrutar, una vez más, de las vistas de Guadalperal, ya con una luz renovada y un ángulo diferente. Un cielo azul surcado por el vuelo de alguna rapaz.

Vista desde el naranjal. Trigales y el Guadairilla, al fondo.

En este punto giraremos a la izquierda para ir bordeando los naranjos hasta adentrarnos en la dehesa de Gallegos[vi]

Dehesa de Gallegos.

La dehesa de Gallegos cuenta con un importante núcleo de encinas bien conservadas y rebosantes de salud. Al pie de cada una de ellas han prosperado lentiscos y acebuches, mostrando una estampa poco común en nuestro término municipal. En un extremo, algunos ejemplares de pino piñonero, dignos de ser incluidos en el catálogo de árboles singulares, constituyen el soporte ideal para el tic-tac del picapinos, el único ruido que altera la paz entre olores a jara y menta poleo, en un espacio verdaderamente hermoso. Cuenta con una antigua vivienda, custodiada por un par de almendros y una higuera, una cochinera aneja y un pozo con una trágica leyenda, únicos vestigios de otra época mucho más rural.

Jara en la dehesa de Gallegos.
Pozo en la dehesa de Gallegos.

Regresaremos junto a los cipreses, para continuar por el camino que traíamos, hasta salir de la finca. Los naranjos permanecerán a nuestra izquierda, luego unos olivos y, a nuestra derecha, tierra calma. Dejaremos la gañanía, la hacienda de Mateo Pablo, una antigua venta, quedarán atrás la cañada de Benagila, los caminos de Guadalperal, el Guadairilla y nos emplazaremos para regresar, sin duda, en otro momento. Saramago dejó dicho que “un viaje no es más que el inicio de otro”.

Mapa de la ruta.

[i] La hacienda debe su nombre a su primer dueño, Mateo Pablo Díaz de Lavadero, marqués de Torre Nueva, título que le fue concedido por Felipe V, del que fue ministro de Hacienda, entre otros muchos cargos. Se casa con Manuela Petronila Urtusáustegui y Fernández Hidalgo, de una familia natural del valle vizcaíno de Gordejuela. “El origen de la hacienda se remonta a comienzos del siglo XVIII, en concreto a 1722, cuando debió iniciarse la construcción de su caserío, que se concluiría hacia 1733. Tiene 500 hectáreas. Estando la Corte en Sevilla, por complacencia, venían SS.MM. a esta hacienda a cazar y solazarse (Lampérez)”. En: Cortijos, haciendas y lagares de la provincia de Sevilla, p.368.

“Tradicionalmente ha sido una explotación mixta, con una importante presencia del olivar, tierra calma, huerta y ganado, e incluso una pequeña extensión de pastizales y monte”.

https://ws147.juntadeandalucia.es/obraspublicasyvivienda/publicaciones/01%20ARQUITECTURA%20Y%20VIVIENDA/cortijos_haciendas_y_lagares_en_andalucia/cortijos_haciendas_sevilla/l_electronico/l1/files/assets/basic-html/page374.html

[ii] La vía pecuaria Cañada de Benagila discurre entre la antigua carretera Madrid – Cádiz (A-376) hasta el Descansadero de Trujillo. https://juntadeandalucia.es/boja/2002/127/71

[iii] Dentro del artículo 445 del PGOU: “Relación y fichas de edificios y elementos con Protección Estructural.”

[iv] También debería protegerse en el PGOU.

[vi] En 1918 contaba con una extensión de 7 kilómetros cuadrados, prolongándose hasta el lugar conocido como Bujadillo.

Monte en 1918.

NOTA DE PRENSA JORNADA DE MANTENIMIENTO PLANTACIÓN PINARES DE OROMANA

 


Alrededor de veinte personas socias del grupo ecologista Alwadi-ira –Ecologistas en Acción- participaron ayer domingo, día 11 de abril, en una jornada de mantenimiento de la plantación de pinos piñoneros ubicada en el pinar de Oromana, próxima a la ermita de San Roque.

La tarea comenzó a partir de las diez de la mañana y consistió en limpiar de hierbas los alcorques de los árboles plantados el pasado mes de diciembre. Además, se le colocó a cada ejemplar un palo para balizarlos con el objeto de que cuando el pasto del pinar sea desbrozado, los operarios puedan visualizarlos y no sean eliminados. El trabajo finalizó con el riego de todos los árboles. En todo momento se siguieron las medidas de seguridad establecidas contra la pandemia provocada por el covid 19.

Esta actividad se realizó en pleno pinar de Oromana, en las inmediaciones de la ermita de San Roque, y es otro granito de arena aportado por Alwadi-ira para hacer frente al cambio climático.   

 

                             Alcalá de Guadaíra, 12 de abril de 2021.

 

Teléfono 722398525. E-mail: alwadi.ira@gmail.com. Web: www.alwadi-ira.es. Alwadi-ira - Ecologistas en Acción. Apartado de Correos, 226.