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domingo, 10 de abril de 2022

El grupo de jóvenes ecologistas Al-Verde convoca el reto “SE BUSCA PARQUE CULTURAL”.

Nota de prensa.

Al-Verde, el grupo joven de la asociación ecologista alcalareña Alwadi-ira – Ecologistas en Acción, ha convocado un reto en las redes sociales bajo el nombre de “SE BUSCA PARQUE CULTURAL”. Durante el mes de marzo y hasta el 17 de abril, los jóvenes ecologistas nos invitan a realizar y publicar fotos de nuestro entorno patrimonial. En concreto, las fotografías deben tener como tema central el yacimiento de Gandul, pudiendo tratarse tanto de su paisaje, caminos, fauna y flora, como de su patrimonio arqueológico, dólmenes, mausoleo romano, etc.

El objetivo de este reto es recordar a la población alcalareña la importancia de Gandul para la Historia de Alcalá, así como denunciar la dejadez de las instituciones, que mantienen gran parte del yacimiento vallado y sin acceso posible para su visita. Con este fin, Al-Verde ha creado dos hashtag para que los participantes puedan colgar sus fotos en Facebook e Instagram: #GandulEsNuestro y #ParqueCulturalLosAlcoresYa. Las mejores fotografías serán reconocidas con un diploma honorífico.

Asimismo, con esta actividad Al-Verde apoya la iniciativa promovida por Alwadi-ira de recogida de firmas para la creación de un Parque Cultural en la comarca de Los Alcores, y que ha recibido una excelente acogida. Para más información sobre el reto, puede consultar las bases en las redes sociales de Alwadi-ira y Al-Verde, y también en formato QR.

https://alwadi-ira.es/web/2022/03/15/se-busca-parque-cultural/


                             Alcalá de Guadaíra, a 18 de marzo de 2022. 

Correo electrónico: alwadi.ira@gmail.com  Apdo. correos: 226 Alcalá de Guadaíra.

 

lunes, 21 de febrero de 2022

RUTA DE LOS ALCORES IV ENCUENTRO COMARCAL - SENDERISMO DOMINGO 13 DE MARZO 2022



La Plataforma Comarcal "El Camino que nos Une" retoma la celebración de este evento que se aplazó en marzo de 2020 debido a la pandemia de Covid-19.
Los inscritos que NO solicitaron devolución deben confirmar que están inscritos y responder que desean participar enviando correo para confirmar.


FECHA: 13 de marzo de 2022.
INSCRIPCIONES: desde el 21 de febrero hasta el 9 de marzo.
PRECIO 8 euros. Limitadas a 600 participantes (300 Travesías / 300 Ruta Circular).
INCLUYE: Credencial / Desayuno / Avituallamientos Líquido y Sólido / Plato de Arroz + Bebida / Bus / Obsequio conmemorativo.

La Ruta de Los Alcores es una oportunidad para disfrutar del importante patrimonio histórico, cultural, artístico y natural que posee la comarca de Los Alcores. Una experiencia dirigida a senderistas y a personas sensibilizadas con el patrimonio y el medio ambiente.

TRAVESÍAS:
- Alcalá de Guadaíra - Carmona. Distancia: 38 Km.
SALIDA: 05:30 h. desde Avenida de Portugal (Junto Molino La Tapada).

- Mairena del Alcor - Carmona. Distancia: 22 Km.
SALIDA: 09:00 h. Desde Casa Palacio (Calle Real, 60).

- El Viso del alcor - Carmona. Distancia: 14 Km.
SALIDA: 10:30 h. Desde Ayuntamiento. (Plaza Sacristán Guerrero, s/n.)

RUTA CIRCULAR (CULTURAL):
- Carmona - Carmona. Distancia: 6 Km.
SALIDA: 09:00 h. recinto Ferial (Caseta Los Tranquilotes).

HORARIOS PUNTOS DE RECEPCIÓN Y AVITUALLAMIENTOS:
Consultar Normativa y Página Web oficial.

SERVICIO GRATUITO BUS: La organización GARANTIZA el regreso en autobús hasta el punto de salida. Para ello es INDISPENSABLE indicarlo previamente al rellenar el formulario de inscripción. Más información en la normativa y teléfonos de información.

INFORMACIÓN:
- Alcalá de Guadaíra: 651107640
- Carmona: 655107016
- El Viso del Alcor: 674847750
- Mairena del Alcor: 689788547
elcaminoquenosune@hotmail.com

Página web: Ruta Comarcal de los Alcores. 

sábado, 4 de diciembre de 2021

EL MEDIO FÍSICO EN ALCALÁ DE GUADAÍRA

Vistas de La Mesa desde la vereda de Angorrilla.

        El municipio de Alcalá de Guadaíra cuenta con una extensión de 287 km. cuadrados y una población de derecho de 75.533 habitantes. Se enclava en el área metropolitana de Sevilla y limita, además de con la capital de la provincia, de la que dista 16 km., con los términos municipales de Mairena del Alcor, a 7 km., Carmona, a 24 km., El Arahal, a 33 km., Utrera, a 21 km., Dos Hermanas, a 8 km., Los Molares y Los Palacios y Villafranca. 

        El gran atractivo original del territorio de Alcalá de Guadaíra consistió en la gran diversidad ecológica y de recursos derivados de ella. El término municipal se enmarca en la gran unidad de relieve que representa la depresión del Guadalquivir, antiguo brazo de mar colmatado progresivamente durante el Mioceno, a finales del Terciario. El resultado de este relleno en el curso bajo del actual Guadalquivir es una topografía de pendientes poco pronunciadas y una impresión general de planitud. A partir de Alcalá del Río la margen izquierda del río estaba, en principio, determinada por dos unidades geográficas fundamentales: el valle del Guadalquivir y la campiña. Sin embargo, este sencillo esquema se vería trastocado por una tercera unidad que vendría a surgir extendiéndose desde Dos Hermanas hasta Carmona, Los Alcores. De estas tres unidades participa el territorio de Alcalá y de ahí su diversidad. 

        El Valle del Guadalquivir se divide en el cauce actual del río y las terrazas fluviales, que se diferencian por su distinta altitud topográfica, producto del encajamiento del río en sus propios depósitos. En lo que respecta a nuestro municipio, las terrazas del Guadalquivir que caen dentro de su territorio corresponden, por su altitud topográfica y distancia relativa al cauce actual, a los periodos más antiguos en la configuración de la red fluvial. 

Arroyo de Guadairilla. 

La otra gran unidad geográfica por extensión junto al valle del Guadalquivir es la campiña, que aquí cabe individualizar como Vega del Guadaíra y que, manteniendo la planitud topográfica de las terrazas, presenta una génesis y características no asociadas el Guadalquivir. 

        Se trata de terrenos con una elevada proporción de arcillas, que cometidos a la acción de la arroyada, producen un relieve suave en torno a los 70 m.s.n.m.., con una red de avenamiento muy ramificada lo que apunta a la escasa resistencia de estos terrenos a la acción de la erosión. Hacia el este se produce un cierto acolinamiento aunque de pendientes suaves, donde predominan las margas y margo arcillas y que reciben el nombre de Albarizas. 

           En principio el resultado de la colmatación de la depresión del Guadalquivir en este tramo habría sido una amplia superficie de topografía muy llana desde el cauce del río hasta las estribaciones de las Serranías Subbéticas. Sin embargo la dinámica orogénica postpliocénica, con diversos basculamientos y rupturas, condujo en nuestro ámbito a la aparición de los Alcores, un bloque que, arrancando desde el SW de nuestro término municipal, se proyecta a lo largo de treinta kilómetros hacia el NE, hasta Carmona, donde muestra su cota máxima, 248 m.s.n.m.., constituyendo el verdadero eje del paisaje, no sólo por su evidencia topográfica que resalta sobre el entorno, sino también por la variedad y el contraste que introduce en el medio natural. 

              Los Alcores se componen litológicamente de dos materiales bien diferenciados: en la base se encuentran las margas azules de datación miocénica, muy deleznables. En el techo aparecen las calcarenitas, sedimento calizo, conchífero, formado durante el Plioceno, en un mar poco profundo, con elementos orgánicos muy groseros e inorgánicos, cementados en un todo constituyendo una roca sedimentaria compacta, que alcanza una potencia de 80 metros. 

Dehesa Nueva.

              El conjunto presenta una morfología típica de cuesta, con un frente que mira hacia la vega del Guadaíra, definiendo un escarpe nítido, en el que las margas que afloran son atacadas fácilmente por la erosión frente a las calcarenitas, más resistentes, generando una erosión diferencial del bloque. A partir del límite del escarpe y hacia el Guadalquivir se encuentra el dorso de la cuesta, con un pendiente suave que se extiende hasta las terrazas más alejadas del río, bajo las que finalmente queda fosilizada. El frente de la cuesta muestra la línea de falla resultante tras el levantamiento de todo el bloque ya en el Cuaternario.         

El Alcor marca un claro límite entre las terrazas del Guadalquivir y la campiña o vega del Guadaíra. El bloque es cortado por el río Guadaíra. Según Díaz del Olmo, una vez fijado el nivel de base que constituye el Guadalquivir y establecida la red fluvial de segundo orden, el río Guadaíra, con su trazado básico ya definido, se habría ido encajando en los estratos del Alcor a medida que este emergía durante el Cuaternario. 

La aparición de los Alcores amplia la variedad morfológica y litológica del municipio de Alcalá y, lo que es más importante, la variedad de ámbitos ecológicos que ofrecen recursos para su explotación por el hombre. No resulta ocioso resaltar como los núcleos principales de cuatro municipios: Carmona, El Viso, Mairena y el propio Alcalá, se sitúan sobre el Alcor, en concreto en el límite del dorso con el frente y ello es así desde los primeros pobladores, cuyos abundantes vestigios dan fe de una tendencia continuada. La localización en los Alcores maximiza el acceso a los recursos representados por el mismo y por las otras dos unidades que tienen aquí su límite: terrazas fluviales y campiña. Así mismo ofrece diversos recursos de los que carecen las tierras del entorno: en primer lugar, una ventaja de localización, libre de inundaciones y lugar ideal como oteadero en un principio en el que el hombre dependía de la caza para sobrevivir. Más adelante, con la sedentarización, se añadiría una ventaja defensiva que queda de manifiesto en nuestro municipio no sólo en el castillo de Alcalá, sino también en los restos encontrados en Gandul. Para la construcción de estas obras defensivas que, en todo caso, aprovechaban ya la ventaja que el terreno accidentado ofrecía, se precisaban sillares cuyo material se encontraba en el propio Alcor, esto es, fuente de material constructivo sólido, de lo que dan fe las numerosas canteras, hasta la actualidad. Un material que de no existir esta fuente habría que buscar en las Subbéticas o en Sierra Morena, a una considerable distancia. No se agota aquí la importancia estratégica de esta formación, dado que el aprovechamiento de un enclave defensivo estaba ligado a un acceso relativamente fácil al agua, lo que en este caso estaba más que garantizado, teniendo en cuenta que el paquete de calcarenitas de los Alcores constituyen la mayor parte del acuífero nº 28 Carmona-Cuaternario Antiguo del Guadalquivir. Los múltiples manantiales permiten un aprovechamiento a lo largo de todo el Alcor, más continuo que los cursos de agua alimentados exclusivamente por las precipitaciones, puesto que los acuíferos ejercen un efecto regulatorio en los caudales, atenuando sensiblemente sus oscilaciones. Los molinos instalados al pie o en el carpe de los Alcores son una muestra patente del aprovechamiento de este recurso desde hace siglos. 

           Sobre la superficie del Alcor se desarrollan suelos rojos, resultado de la descalcificación de las calcarenitas y la oxidación de sus elementos férricos. Pobres en materia orgánica, han sido ocupados sobre todo por plantaciones de árboles frutales o puestos en regadío en el marco de pequeñas huertas que aprovechaban los recursos hídricos del acuífero. La puesta en cultivo de los suelos y la eliminación de la vegetación original es una constante en las tres unidades geográficas que hemos individualizado, tanto más en el caso de las terrazas y de la vega, donde la feracidad y el rendimiento de los suelos es muy superior a los Alcores. Hoy en día resulta difícil proponer una vegetación climácica para toda ésta área, aquella que correspondería a estos diversos suelos si no se hubiera interpuesto la acción antrópica. 

        La presión humana, que desde la prehistoria se hizo patente, fue transformando la vegetación, clareándola o eliminándola directamente para dar paso a los cultivos seleccionados por el hombre. De esta manera los restos de vegetación que quedan, bien escasos, distan mucho de representar la vegetación climácica y son resultado de la degradación progresiva de aquella. Como ejemplo de ello baste decir que la dehesa, que en sí representa una simplificación y empobrecimiento del bosque original, no deja de ser hoy una "rara avis", conservada en muy puntuales localizaciones, último refugio de las especies autóctonas, sobre todo de porte arbóreo y bajo creciente amenaza de desaparecer definitivamente en un matorral sin árboles. 

La vegetación climácica de la mayor parte de nuestro municipio corresponde a un encinar termomediterráneo de Quercus rotundifolia. Se trata a de un bosque esclerófilo, de hojas pequeñas, endurecidas y coriáceas, adaptadas a la sequía estival para minimizar la transpiración. El otro rasgo característico de esta formación vegetal, tanto en el estrato arbóreo como en el arbustivo es la perennifolia, posibilitada por unas temperaturas medias suaves. En su estado climácico el encinar muestra una densidad impenetrable por la malla que forman el sotobosque y la abundancia de plantas trepadoras: zarzas, espinos, rosales, hiedras, madreselvas, zarzaparrillas, aristoloquias, etc. La condición termófila del encinar de esta zona permite la presencia en su sotobosque de multitud de especies, que van desapareciendo a medida que las condiciones se hacen más rigurosas. Entre ellas se encuentran el lentisco (pistacia lentiscus), el algarrobo (ceratonia siliqua), el mirto (Myrtus communis), el acebuche (Olea europaea), la zarzaparrilla (Smilax aspera), y allí donde la humedad aumenta aparece el madroño (Arbutus unedo), la cornicabra (Pistacia terebintus) o el labiernago (Phillyrea angustifolia). La primera etapa de degradación significa el paso del bosque al matorral preforestal, en el que la encina puede jugar un papel dominante si bien con porte arbustivo (carrasca), aunque lo normal es que su lugar sea asumido por la coscoja (Quercus coccifera). En un grado mayor de degradación empiezan a dominar los matorrales espinosos con diversas especies del género Rhamnus (Lycioides y Oleoides). La siguiente fase en la regresión vegetal viene marcada por matorrales heliófilos, en este caso sobre sustrato calcáreo, sobre todo por tomillares. Aunque el tomillo (diversas especies del género Thymus) da nombre a la formación, no necesariamente es la especie dominante, combinándose con leguminosas como la retama (Retama sphaerocarpa) y la aulaga (Genista hirsuta) o con el palmito (Chamaerops humilis).En las pocas zonas no dedicadas al cultivo de nuestro municipio, fundamentalmente en el Alcor, no es infrecuente encontrar la piedra que aflora, sin ningún tipo de recubrimiento edáfico y cubierta sólo por pequeñas herbáceas durante el invierno. 

Sobre los pesados suelos de bujeo de la vega algunos autores señalan como formación climácica un bosque de acebuches (Olea europaea), desaparecido en su totalidad por la presión agrícola al tratarse de suelos muy aptos y que dan paso en las fases de degradación a un matorral de palmito (Chamaerops humilis), coscoja y rosales (rosa mosqueta, canina, ...) y en una fase más avanzada incluye aulagas (Genista hirsuta) y matagallos (Phlomis purpurea).             

Por último, no debemos dejar de mencionar una última formación vegetal, de menor desarrollo en extensión, pero de gran importancia por la diversidad específica que introduce: los bosques de ribera. En su conjunto se trata de especies con unos requerimientos hídricos que harían incompatible su presencia en nuestro medio climático, de no ser porque la cercanía a la fuente de humedad que representan los cursos de agua las libera de las exigencias hídricas de cada una y de su resistencia a las crecidas. En contraste con la vegetación climácica se trata de especies caducifolias. La disposición teórica se compone de tres bandas: saucedas, choperas o fresnedas y olmedas. Junto a estas especies aparecen en nuestro ámbito un árbol, generalmente de porte arbustivo, el taraje (género Tamarix) que, entremezclado con las otras especies descritas, se adaptan mejor a las condiciones de acusado estiaje de muchos de nuestros cursos de agua. Al igual que la vegetación climácica también los bosques de ribera han sido progresivamente eliminados, al localizarse sobre suelos fértiles, de fácil acceso y ofrecer una fuente óptima de madera. El río Guadaíra es un claro ejemplo de esta degradación. En todo su discurrir por nuestro municipio son contados los tramos donde pueden contemplarse ejemplares de porte arbóreo. Muestras de bosque de ribera que aún merezcan tal denominación se localizan también en arroyos de cierta entidad o difícil acceso (Maestre, Gandul o Gallegos), donde el abarrancamiento del terreno imposibilita el laboreo de la tierra. La pérdida de esta vegetación, como la de los setos vivos, supone el golpe final al medio natural. Con ella se pierde el último vestigio de la diversidad vegetal que un día pobló esta tierra y acaba con los restos de fauna que a duras penas sobreviven en estas zonas de refugio, cada vez más aisladas y acosadas. 

         Para terminar esta semblanza del medio físico volvemos brevemente al Guadaíra, verdadero eje estructurador del territorio de nuestro pueblo, conectando las tres unidades geográficas descritas en su discurrir longitudinalmente a través del término municipal. El Guadaíra adquiere su condición de río en Alcalá, donde aumenta su caudal con los aportes de los distintos arroyos y manantiales: Gandul, Marchenilla, Cajul, Oromana, Vista Alegre, La Pañuela, San Francisco, El Negro, El Zacatín, etc. Hoy en día simboliza perfectamente, para nuestro pesar, el estado del medio ambiente en nuestro pueblo. Los aportes provenientes de los Alcores han disminuido por la explotación intensiva del acuífero, así como por la desaparición física del mismo, sobre todo en Alcalá, donde las numerosas canteras destruyen el Alcor, en un proceso que de forma natural requeriría millones de años. Por otra parte, sus aguas bajan contaminadas por los vertidos de los diversos municipios de la cuenca y muy especialmente por los alpechines, verdadera bestia negra de la calidad de sus aguas. El proceso es tanto más impactante cuanto que se ha concretado en un periodo relativamente corto de tiempo, de suerte que todavía muchas personas guardan en su memoria una imagen prácticamente idílica del río, que se confirma por la atención prestada por pintores y escritores a lo que un día fue un paisaje espléndido y pintoresco. Observando el paisaje actual cabe maravillarse de ello y preguntarse cómo en tan breve espacio de tiempo se pudo malbaratar ese capital y qué hemos obtenido de su venta. Los últimos vestigios de lo que un día fue un paisaje lleno de vida se encuentran en las páginas siguientes.



Antonio Gavira Albarrán.

miércoles, 27 de octubre de 2021

NOTA DE PRENSA: VERTIDOS DE SALMUERA EN LA CORNISA DE LOS ALCORES

Alwadi-ira –Ecologistas en Acción- ha puesto en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) el depósito de salmuera que se está realizando en varias balsas existentes en plena Cornisa de Los Alcores.

Las balsas se encuentran en término municipal de Mairena del Alcor a pie de la vía verde que une Alcalá con Carmona. Mediante camiones cisternas se vienen depositando salmuera procedente del aderezo de la aceituna. Alwadi-ira el pasado año, a principios de diciembre, puso en conocimiento del Seprona, el Ayuntamiento de Mairena del Alcor y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir esta situación mediante sendos escritos.  Se considera que estas balsas pudieran estar atentando contra la ordenación del territorio, contaminando el acuífero Sevilla-Carmona y poniendo en riesgo la cuenca del Guadaíra, ante una rotura o desbordamiento.

Los ecologistas indicaban en sus escritos anteriores igualmente que debe tenerse en cuenta el Decreto 267/2009, de 9 de junio, por el que se aprueba el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (POTAUS), que protege el escarpe de Los Alcores “ya que constituye un recurso paisajístico de primer orden.”, recogiendo y actualizando la protección establecida en el Plan Especial de Protección del Medio Físico de la Provincia de Sevilla, donde la cornisa de Los Alcores aparece como suelo no urbanizable especialmente protegido, que debe ser incorporada al planeamiento urbanístico general en base a dos cuestiones: su significación y relevancia paisajística y la existencia de riesgos de erosión y deslizamiento.

Alwadi-ira ha solicitado al Seprona que investigue los hechos, realice los correspondientes informes con el fin de que se tomen las medidas necesarias para que cesen los vertidos, se restaure el daño causado y se depuren responsabilidades.

En Alcalá de Guadaíra a 26 de octubre de 2021. 

Sociedad Ecologista Teléfono: 722398525 E-mail: alwadi.ira@gmail.com. Web: www.alwadi-ira.es Alwadi-ira - Ecologistas en Acción. Apartado de Correos 226. 

 

viernes, 24 de enero de 2020

RUTA PALEONTOLÓGICA, DOMINGO 26 DE ENERO

El próximo domingo 26 de enero, la Plataforma "Salvemos el Guadaíra", organiza una ruta paleontológica guiad por los paleontólogos Ildefonso Bajo Campos y Manuel Vicente Maestre Galindo. 
Salida a las 11 de la mañana desde la rotonda próxima a la estación del futuro tranvía junto a la asociación de vecinos "hienipa" c/Pico Limón, s/n.
Se dirigirán en coche hacia Piedra Hincada donde coceremos como era Alcalá antes de la aparición del ser humano y podremos observar numerosos fósiles, a través de los cuales conoceremos quienes habitaban los mares de Alcalá hace seis millones de años.
Más información: salvemoselguadaira@gmail.com
Facebook: Salvemos el Guadaíra
Twitter: @SavaGuadaíra

domingo, 6 de octubre de 2019

VIDEO DE LA CONFERENCIA: "DESCUBRIENDO LA MOTILLA DE ALCAUDETE, UN MONUMENTO EN PELIGRO"


Con esta conferencia se hace un recorrido histórico por el túmulo de La Motilla, dando a conocer su importancia arqueológica y la necesidad de una urgente protección ante las numerosas agresiones sufridas.


sábado, 18 de agosto de 2018

LA PLAGA DE LA CHUMBERA EN EL PAISJE DE LOS ALCORES

Chumberas con la plaga en el camino de los molinos de Marchenilla

        Recuerdo las chumberas, a las que hace referencia nuestro amigo Pepe Luque, situadas en las faldas de la colegiata de Osuna. Si mi memoria no me falla, en la parte trasera del edificio religioso existen unas casas cuevas y una barriada que atrajo mi atención por su paralelismo con el Castillo de Alcalá de Guadaíra. Cuevas y barriada junto a chumberas. Y, como ocurre en todos los rincones de Andalucía, también allí, nadie ha tomado medidas para evitar la propagación de la cochinilla.

El insecto apareció en Alcalá de Guadaíra hace un año, más o menos. En estos momentos puede que afecte a un 20% de las tunas existentes en nuestro término municipal, pero se extiende con mucha rapidez. En diciembre de 2017, el grupo Solano – Ecologistas en Acción denunció que habían “… llegado al corazón mismo de El Viso del Alcor, tras arrasar Carmona.” [1] Es la dirección de la propagación de la plaga, en la comarca de Los Alcores: Carmona, El Viso del Alcor, Mairena del Alcor y Alcalá de Guadaíra. Si no se hace algo con urgencia, dentro de poco, la situación aquí será a la inversa, ochenta a veinte.

Los que hemos tenido una relación estrecha con el campo, y un padre jornalero, el higo chumbo supuso, en nuestra niñez, un recurso alimenticio y económico en momentos complicados para nuestra familia ... aún hoy se sigue vendiendo chumbos en las calles de nuestro pueblo, lo que denota, junto a otros termómetros, que importantes capas de la población lo sigue pasando muy mal, a pesar de que deberíamos estar ya viviendo en la “California del Sur”.

Por otro lado, el paisaje de Los Alcores sin la presencia de la chumbera, delimitando padrones, junto al antiguo trazado del “tren de los panaderos”, en las faldas de los castillos: de Alcalá, de Marchenilla, de Luna o junto al parador de Carmona, no sería el mismo. Como tampoco lo sería en buena parte de Andalucía. Si seguimos así, los alcoreños tendremos que bucear en la pintura de la escuela paisajística sevillana, y en la de Alcalá de Guadaíra, en Emilio Sánchez Perrier, José Arpa Perea, Manuel García Rodríguez, José Pinelo Llull … o en fotografía de Lucien Levy (1882), para encontrar la chumbera como un elemento asociado a nuestro paisaje natural.

Al parecer, existen dos tipos de cochinilla, la Dactylopius coccus, que normalmente no se considera plaga ya que se instala en la opuntia pero no llega a matar a la planta…” y la “Dactylopius opuntiae” que sí es plaga de la opuntia y llega a matar a la planta.” [2] Se han aplicado varios tratamientos en lugares concretos, químicos y biológicos. Desde un sector de la agricultura ecológica se plantea la siguiente solución a base de jabón y aceite, que no deben mezclarse: Primero se aplica el jabón, a la dosis que indique la etiqueta, ya que hay varias concentraciones, pero puede ir de 0.75 a 1.5% (de 7.5 a 15 cc/litro) y que sirve para disolver la capa de cera que protege a los insectos, causando su muerte. A continuación, unos días después, se puede aplicar el aceite (por ejemplo, de parafina, que normalmente tiene un 83% de riqueza y se aplica al 1%, o sea, 10 cc/ litro). Sirve para asfixiar –efecto físico– las larvas o huevos y ovisacos que hayan podido quedar, y este es el tratamiento ideal que podría repetirse cada vez que se detecta el inicio de nuevos ataques.” [3] Por otra parte, se ha puesto en marcha un proyecto de investigación auspiciado por la Diputación de Cádiz, la patronal agraria y la Universidad de Córdoba, cuyo estado de desarrollo ignoro.[4]

Para la administración autonómica, Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, son equiparables, como plantas invasoras, la Opuntia ficus-indica” con la “Opuntia dillenii”, sencillamente una estupidez. [5] Ni la especie, ni el medio físico, composición y comportamiento de los suelos, ni los datos visibles las hacen equiparables. ¿Qué podemos esperar de un gobierno que no tiene ningún plan para erradicar las verdaderas especies invasoras, como el ailanto, Ailanthus altissima, la cotorra de Kramer, Psittacula krameri o el pez gato, Ameiurus melas, por citar ejemplos de invasoras de tierra, aire y agua o que después de cuarenta años mantenga la mayoría de las vías pecuarias usurpadas y desforestadas, que no ha impedido el arranque masivo de padrones, lentiscales y palmares a lo largo y ancho de toda la geografía andaluza, permitiendo, por el contrario, la implantación masivas de cultivos de regadíos que esquilman los acuíferos e hieren de muerte a numerosos ecosistemas y a espacios naturales, por ejemplo, el Parque Nacional de Doñana?.

Presidenta de la Junta de Andalucía, Consejero de Medio Ambiente, Alcaldes y Alcaldesas, por la misma regla de tres, patatas, tomates, naranjos …,  y una lista que sería interminable, no son añadidos a la relación de especies invasoras, y dado que, con toda seguridad no se añadirán, sacad a la Opuntia ficus-indica de la lista y empezad a actuar ya para salvarla de la plaga de la cochinilla, la ciudadanía se lo exige.

Alcalá de Guadaíra, 18 de agosto de 2018
Francisco J. Gavira Albarrán







[5] http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/site/portalweb/menuitem.7e1cf46ddf59bb227a9ebe205510e1ca/?vgnextoid=517a32ff3143b210VgnVCM2000000624e50aRCRD&vgnextchannel=7b5cb2c42f207310VgnVCM2000000624e50aRCRD Invade ecosistemas costeros de interés (sistemas dunares, enebrales, sabinares) además de bosques y matorrales costeros. Compite con especies de flora autóctona: lentiscos, palmitos, retamas, enebros y sabinas.”


jueves, 9 de agosto de 2018

El paisaje de Los Alcores.

"Cuesta Carretilla", con el "Cortijo de Maestre" al fondo.
El "Catálogo de paisajes de la provincia de Sevilla"1 describe Los Alcores de la siguiente manera:

“Los Alcores constituyen un escarpe alargado a lo largo de unos 30 km de noreste a suroeste entre Carmona y Alcalá de Guadaíra, comúnmente conocido como los Alcores (alcor en árabe significa colina o pequeña elevación). Constituye un relieve tabular de anchura desigual (1 a 10 km), de origen neógeno, compuesto por materiales deleznables que permite la incisión de los ríos Corbones y Guadaíra, que lo atraviesan en su sector septentrional y meridional respectivamente. En efecto, los roquedos predominantes son blandos, margas, arenas y gravas en su mayor parte, lo que condiciona además los suelos –de tipo arenoso-arcillo– y la ocupación que éstos sostienen.” 

El paisaje característico de Los Alcores se nutre de elementos sobresalientes "pautas", como los define López F. (2008). Y, efectivamente, en Los Alcores, podemos distinguir con facilidad:  acebuchales, lentiscales, miradores, túmulos, núcleos urbanos, restos arqueológicos y patrimoniales ... elementos que se asoman, desde una cornisa, a una vega extensa. Para dicho autor, sólo estaremos en condiciones de afirmar que hemos visto el paisaje en la medida en que podamos descubrir, en el confuso panorama, algunos elementos que sobresalgan por su forma o su tamaño, algunos colores y texturas o algunas direcciones especialmente significativas que nos den una pauta a seguir.”  Puntualiza Simmel G. (1913), que el paisaje no podemos formarlo encadenando elementos aislados "... nuestra conciencia debe tener un nuevo todo, unitario, por encima de los elementos, no ligado a su significación aislada y no compuesto mecánicamente a partir de ellos: esto es el paisaje." Y, enfatiza Arenas F. (2016), que el paisaje no solo puede ser "un hecho físico", también hay que entenderlo como una "representación cultural, una construcción estética, una categoría política…". 
Espinos majuelos plantados por Alwadi-ira EeA

Por tanto, cuando nos situamos frente al paisaje de Los Alcores no solo estaremos contemplando un cuadro coloreado por las fuerzas de la naturaleza. La intervención del ser humano a lo largo de la historia es claramente visible. Hoy, determinante para que permanezca el paisaje de Los Alcores que almacenamos en la retina. 

En las últimas décadas, la acción o inacción política de las administraciones, en especial la local, dejando hacer y deshacer a antojo, ha tenido un contra punto, en la labor de los grupos ecologistas que, en desigual batalla, han contribuido a preservar el paisaje de Los Alcores que aún podemos reconocer como tal y disfrutar. 

Recordemos algunas de las más significativas luchas que han contribuido a conservar el paisaje de Los Alcores: Río Guadaíra, Parque Cultural, AVE, canteras, plantaciones, limpiezas, denuncias ... En las fotos, zona de "Cuesta Carretilla", donde el 27 de octubre de 2007 se realizó una plantación organizada por Alwadi-ira - Ecologistas en Acción, participando en la acción unas 300 personas. Se plantaron unas 900 plantas, entre árboles y arbustos, quedando la zona transformada, como podemos ver en las imágenes.





Zona central de la plantación de 2007.
https://alwadi-ira.es/html/boletin_alwadi-ira/boletin24.pdf

Francisco J. Gavira Albarrán