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martes, 18 de agosto de 2020

LA BOTICARIA, UN PROYECTO INSOSTENIBLE

 

El 8 de febrero de 2002, la Comisión de Gobierno Municipal declaró de utilidad pública e interés social una superficie de 21,85 ha., en plena cornisa de Los Alcores, para uso turístico recreativo, en la conocida como Hacienda de La Boticaria. Allí se construiría un hotel de 100 habitaciones e instalaciones de todo tipo, con la excusa de la hípica como motor de un negocio que se decía seguro y generador de riqueza para Alcalá. Todo fueron festejos, apoyos institucionales y respaldo económico de las cajas de ahorros. 

Esto fue lo que nos dijeron en el proyecto de actuación, pero comenzaron construyendo un campo de golf de 18 hoyos de forma ilegal; intentaron captar agua en varios pozos de un acuífero contaminado y sobreexplotado; se construyó un helipuerto, que ahora tienen que demoler; las habitaciones pasaron de 100 a 133, excediendo las obras de lo calificado y aprobado legalmente en 6.457,65 m2…, unas minucias que no supusieron ningún obstáculo para conceder y mantener una licencia de apertura que, aún hoy, sigue vigente. 

Por aquel entonces, la onda expansiva de la cultura del pelotazo tuvo sus efectos en urbanizaciones extractivistas, un ejemplo lo tuvimos junto al club de tiro o en el mismo proyecto de La Boticaria, como así lo confirma Rafael Camps, administrador concursal de Sansan Hoteles, empresa que fue propietaria del inmueble, en ABC de 21 de abril de 2018. La Boticaria fue “parte de un proceso inmobiliario más ambicioso”, en una zona paisajísticamente privilegiada, con un campo de golf como reclamo. 

Sin embargo, los beneficios prometidos se convirtieron en deudas por importe de 84 millones de euros que, según se publica, formaron en parte de un paquete tóxico de créditos hipotecarios de CaixaBank adquirido por el fondo estadounidense Apolo Global Management. Las deudas cuantificadas se extendieron a la Seguridad Social, la Hacienda Pública y otras entidades. Aunque nunca se han cuantificado y valoraron las horas y recursos empleados desde las administraciones local, provincial y autonómica.  

Finalmente, la entidad SPV REOCO 30 S.L., se hizo con la propiedad de La Boticaria por 500.000 euros., presentando el 20 de mayo de 2019, un proyecto de actuación con una doble finalidad, por una parte, legalizar el exceso de edificabilidad y, por otra, ampliar la superficie calificada de utilidad pública e interés social para adaptarse, según dicen, a las nuevas “necesidades de la explotación”. Con esta ampliación alcanzan las 49,96 ha, límite que le permite escabullirse de la obligación de redactar un Plan Especial más garantista, según el art. 42.4.d), de la LOUA, que así lo exige cuando se rebasen las 50 ha. 

Y, a pesar de que los informes sectoriales observaron incoherencia entre las superficies de las fincas registrales y las catastrales, en la superficie que corresponde a las fincas declaradas por el Ayuntamiento de utilidad pública e interés social; de que la titularidad de todas las parcelas, excepto una, corresponde a otra persona jurídica diferente a la promotora de la actividad; que justifican deficientemente la no inducción a nuevos asentamientos, ya que proponen actuaciones en otros 15.000 m2; de que deberán disponer de un aljibe para garantizar el abastecimiento de agua potable al hotel, al detectarse problemas relacionados con las posibilidades de suministro de Emasesa y las necesidades de La Boticaria; de que aún no tienen del todo decidido dónde se verterán las aguas residuales, si a la red o al arroyo del Guadairilla…, el 10 de marzo de 2020, el Delegado de Urbanismo firmó para su aprobación en el Pleno, el proyecto de actuación condicionado, aún a nombre de la entidad SPV REOCO 30 SL., concediéndoles también la petición de la cualificación urbanística de los terrenos por 100 años. 

Encima de la mesa se encuentran los escarpes de Los Alcores, un suelo clasificado en el POTAUS como No Urbanizable de Especial Protección por Planificación Territorial o Urbanística por Interés Paisajístico, de otra, un proyecto que aportará, a las arcas municipales muy pocos beneficios y, según el propio promotor, se estima que se amortizará dentro de 29 años. 

Ya es hora de cortar los flujos de recursos públicos a sectores privados insostenibles. Hoy más que nunca, desde lo público, se deben fomentar los proyectos transformadores, participativos, que combatan la pobreza, fomenten la igualdad y respeten el medioambiente. 

Francisco Gavira Albarrán

jueves, 2 de julio de 2020

Éxito de la sociedad civil contra la incineración.

Posible pinchazo del acuífero en la cantera de la cementera.


La Plataforma Contra la Incineración de Residuos en Los Alcores presentó, el pasado 26 de junio, en el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, más de 9.000 firmas ciudadanas exigiendo la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para impedir la quema de residuos en la cementera Portland o en cualquier otra instalación de la localidad.

La ciudadanía muestra, de esa forma, una vez más, su rotunda oposición a la incineración de 292.000 toneladas/año de residuos en la cementera Portland de Alcalá de Guadaíra, entre los que, previsiblemente, estarán los del vertedero de Nerva (Huelva), según se desprende de su proyecto de ampliación.

Ante la lógica de la rentabilidad y el beneficio, esgrimida por la empresa desde hace años, con sus planes para quemar residuos en el horno de clinker, a fin de utilizarlos como combustibles alternativos, se reivindica su reducción, reutilización, reciclaje, compostaje…, minimizando, de esta manera, los efectos sobre la salud, la contaminación del entorno y la extracción de materia prima de la naturaleza.

El resultado de esta campaña es fruto del trabajo informativo desarrollado en la calle por la Plataforma, que está logrando desmontar los argumentos de la cementera, a pesar de los recursos que invierte en hacernos ver lo afortunados que somos por tenerla justo al lado de nuestra casa.  

La cementera es la industria que más contribuye al calentamiento global por emisiones de CO2 en la provincia de Sevilla, 598.000.000 kg/año vertidas a la atmósfera en 2018, últimos datos oficiales. Ha batido sus propios récords por emisiones de materia particulada (PM10) 4.780 kg/año, partículas totales en suspensión (PST) 54.100 kg/año, aumentado sus emisiones de metales pesados, como el cadmio, cromo, cobre, níquel, plomo, talio, cobalto, zinc, manganeso o vanadio. También los semimetálicos como el antimonio. Igualmente han aumentado las dioxinas y furanos, los policlorobifenilos, el benceno, los hidrocarburos aromáticos policíclicos, el cloro, etc., según un informe elaborado por la Plataforma.

También estamos ante la industria que más suelo ha devorado en nuestro término municipal, aproximadamente, 300 hectáreas. El suelo es, además de un recurso natural no renovable, un elemento clave del sistema climático, ya que tiene el potencial de capturar enormes cantidades de carbono. En nuestro caso, también, es un suelo muy rico en patrimonio paleontológico y arqueológico, su eliminación afecta seriamente al acuífero Sevilla-Carmona y deteriora un paisaje genuino, como es el de Los Alcores, en una zona fuertemente humanizada y donde el objetivo de la Agenda 2030 “lograr un mundo con efecto neutro en la degradación del suelo”, se encuentra más que justificado.

Tampoco nos habla la cementera de los puestos de trabajo que se pueden estar perdiendo por estar ubicada en un punto estratégico dentro del área metropolitana de Sevilla y de que forma parte de un sector sobredimensionado, diseñado sobre un hipotético crecimiento ilimitado del monocultivo del ladrillo en Andalucía.

Es alentador presenciar otro éxito de la sociedad civil organizada entorno a una plataforma unitaria de funcionamiento asambleario, que exige con estas firmas, a nuestros responsables políticos, no arrodillarse ante los intereses económicos de unos pocos, tomando medidas que protejan la salud de las personas, el medio ambiente y nuestro futuro.

Francisco Gavira Albarrán




sábado, 28 de enero de 2017

Ecologistas en Acción obliga al Ayuntamiento de Carmona a modificar el PGOU

NOTA DE PRENSA

EL TSJA ANULA LA MODIFICACIÓN DEL PGOU DE CARMONA QUE REDUCÍA LAS ZONAS DE ESPECIAL PROTECCIÓN Y PERMITÍA EDIFICAR EN EL ESCARPE DE LA CAMPIÑA Y LA VEGA

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) acaba de dar la razón a Ecologistas en Acción anulando la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Carmona que reducía las zonas de especial protección y permitía edificar viviendas en el escarpe, en la campiña y en la vega. 

Sevilla, 25 de enero de 2017.

El Ayuntamiento de Carmona pretendía permitir edificaciones a menos de 100 metros de ríos y arroyos y cerca de vías pecuarias y caminos rurales, además de facilitar la construcción de viviendas en suelos, por ahora no urbanizables, del escarpe, de la campiña y de la vega. 

Ecologistas en Acción ha conseguido que la modificación del PGOU sea anulada por el TSJA, que considera que “no consta la pérdida por los suelos afectados de los valores que determinaron su especial protección”, es decir que los espacios protegidos siguen teniendo los mismos valores ecológicos y ambientales que antes.

El Ayuntamiento de Carmona también ha sido condenado a pagar las costas judiciales, aunque la sentencia no es firme y todavía puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.

Cabe destacar que Ecologistas en Acción ya consiguió que el TSJA anulara una Modificación del PGOU de Salteras por motivos similares, y que tiene recurridas otras parecidas en La Puebla de Cazalla, en Sanlúcar la Mayor y en El Arahal. Generalmente, estos intentos de desproteger el suelo están relacionados con instalaciones productivas y/o la regularización de viviendas ilegales.


Más información:

Leticia Baselga, 
696 821 808