sábado, 13 de agosto de 2022

El río Guadaíra entre el cordel de Utrera a Carmona y la torre de La Membrilla.

El sábado 18 de junio salimos para conocer un nuevo tramo del río Guadaíra, el comprendido entre el cordel de Utrera a Carmona y la torre de La Membrilla.  Dejamos el coche en el cruce de este cordel con la cañada real de Morón.

En el entorno se encuentran los cortijos de Cabrera y Torre de San Pío -que mi padre lo llamaba Torre Estampío, tal vez porque lo conoció como un cerrado de toros-, en el TM de Alcalá, y los de Alameda, Alamillo y Venamalillo, ya en el TM de Carmona.

Encontramos la vega recién cosechado el trigo, con algunas hazas de girasol y surcada por las tonalidades del bosque de ribera del río Guadaíra, contrapunto que cortaba un paisaje pajizo típico de esta época del año.

Eran las 9,30 de la mañana cuando empezamos a andar por el asfalto de la carretera en dirección al río, distante unos quinientos metros.  Al llegar al puente que lo vadea, contabilizamos unos treinta neumáticos esparcidos por su cauce y la ribera. Un nuevo maltrato que se suma a las extracciones desmedidas para unos regadíos incontrolados, la contaminación por plaguicidas y herbicidas, los vertidos industriales, la ganadería intensiva y un largo etc., que tan graves consecuencias tienen en los ecosistemas acuáticos, la fauna, la flora y salud humana. Podemos afirmar, sin equivocarnos, que, a pesar de los veinte años transcurridos desde la aprobación del Programa Coordinado de Recuperación y Mejora del río Guadaíra, los objetivos están muy lejos de ser cumplidos.

Después de tirar unas fotos que dieran testimonio del atentado, continuamos nuestro recorrido, corriente arriba, por su margen derecha. Algunos cardos con alcachofas violetas, de la variedad cynara cardunculus, embellecieron nuestro transitar.

Encontramos un rebaño de ovejas pastando en las inmediaciones del arroyo del Saladillo. El redil se hallaba entre unos inmensos eucaliptos y una olmeda impenetrable tapizada de zarzamoras, guardeses de una corriente de agua que, por no esperada, nos animó después del sofocón de los neumáticos. Dado que no pudimos sortear el arroyo, por lo impenetrable de su vegetación, regresamos a nuestro punto de partida y comenzamos a subir por la margen izquierda de la ribera.

En los primeros metros, hasta la desembocadura del arroyo, predominó un pastizal salpicado de juncos y tagarninas en flor, Scolymus hispanicus, plagadas de caracolillos. A partir de aquí, unos imponentes tarajes levantaron una muralla en torno al cauce del río que, poco a poco, se fue desdibujando con la aparición de fresnos, olmos, sauces y cañas.

En varias ocasiones nos vimos obligados a salir del cajón del río, dadas las dificultades que presentaba la tupida y belicosa vegetación.

Pasamos por un yacimiento arqueológico, dejamos atrás acebuches centenarios, rastros de una fauna que no se dejaba ver y una plantación de azafrán bastardo, Carthamus tinctorius L., que se prolongaba más de un kilómetro en dirección a la torre de La Membrilla impidiéndonos el paso. En ese lugar, dado que tampoco podíamos continuar por la selvática ribera, decidimos salir a la cañada real de Morón por una vaguada que habíamos dejado unos metros atrás.

A esa hora del día, el ardiente sol nos aconsejó regresar al coche para luego acercarnos a la torre. Lo dejamos frente a un merendero que ha sufrido los embates del tiempo, la dejadez administrativa y el vandalismo, cruzamos el cauce seco del arroyo de la Montera y subimos a La Membrilla.  La panorámica desde este punto geodésico es formidable. Se distingue perfectamente la serranía de Morón y el avance de una marea de plantas fotovoltaicas que, en breve, cubrirá una extensa necrópolis de escaso valor, según la administración y las multinacionales de la energía, a pesar de formar parte de un yacimiento arqueológico catalogado donde se ha constatado la presencia de importantes restos de época calcolítica.

Después de acercarnos un momento al cauce del río Guadaíra, y dialogar sobre lo bueno y lo malo, dimos por terminada la jornada emplazándonos para una nueva ruta.

Francisco José Gavira Albarrán


domingo, 10 de julio de 2022

Ruta por la cañada de Pero Mingo hasta el pino de Los Buques.

 

El viernes de feria de Alcalá salimos de ruta para conocer un tramo de la cañada real de Pero Mingo y Palmete. El coche lo estacionamos junto a la hacienda de San Agustín, en el cordel de La Camorra; llamado también del Término o ramal de Pero-Mingo. En esta zona desembocaba el camino de San Agustín, una hijuela de otro camino bautizado con el nombre de Pero-Mingo, que a su vez nace en el de Matatoros, inmediatamente que se pasa la huerta de El Negro, si venimos a esta parte desde Alcalá.

El camino de San Agustín, nada más nacer, cruza la carretera de Torreblanca a Mairena entre la hacienda de la Soledad o Nueva y lo que se conoce popularmente como «cuesta la ligera». Allí lo veremos cortado con una verja y aquí lo vimos con una alambrada. Entre ambos puntos tenemos dos haciendas de interés: Las Viudas y las Beatas; de esta última dice el Padre Flores, en sus memorias, que «pertenece a Doña Nicolasa Montero, viuda de D. Juan de Saavedra».

Con este pensamiento anduvimos los primeros seiscientos metros de la ruta escoltados por una gavia con presencia de olmos, higueras, acebuches, lentiscos, palmas y vitis silvestre, entre acantos, y un padrón cargado de hinojos (Foeniculum vulgare), que resguardaba una tierra calma recién cosechada. Este sector, al igual que el olivar que habíamos dejado atrás, lo veremos muy pronto cubierto con un manto de placas fotovoltaicas.

En la primera bifurcación, dejamos a la derecha el cordel de Sevilla a El Viso del Alcor y a la izquierda intuíamos el desaparecido carril de la Raya, que delimitaba los términos municipales entre Alcalá y Carmona. Las fuentes orales dicen que existió allí una gran piedra testigo de delimitación de términos municipales y que se podía acceder hasta la hacienda de El Lavadero, lo que hoy es imposible.

Desde donde estábamos divisábamos los higuerones que cubren la ermita de Belén y un solitario olmo superviviente de una frondosa olmeda, que fue conocida con el mismo nombre que la ermita, alamea de Belén, y que fue talada en los años ochenta.

La gavia cambió de margen, haciéndose más profunda, frondosa y ancha. Ya transitábamos por la cañada real de Pero Mingo.

Seiscientos metros más adelante, dejábamos a la derecha la vereda de Ronquera o de Sevilla a Carmona y, al poco, otra vereda nombrada del Término, que pasa muy próxima a la hacienda de Torrepalma, que la divisábamos a lo lejos. En esta zona confluyen los términos municipales de Alcalá, Carmona y Sevilla.

En el arroyo comprobamos la presencia de abundante zarzamora (rubus ulmifolius), higueras bravías, olmos, lentiscos y cardos borriqueros, posiblemente Onopordum nervosum Boiss, que nos acompañaría durante toda la ruta.

Cuando llegamos al camino de Pero Mingo, que como hemos dicho nace en el de Matatoros, tuvimos cuidado en cruzarlo. Se encuentra asfaltado, aunque el tráfico es mínimo. Hubiésemos podido acercarnos a las haciendas de San José y el Lavadero de Santa Teresa, dado que se encuentran a doscientos metros a la izquierda del camino, pero continuamos de frente.

La hacienda de San José es un edificio del siglo XVIII, que se desamortizó durante el Trienio Liberal (1820-1823) y que hasta entonces había perteneció al sevillano convento de San Basilio el Magno.

La hacienda el Lavadero de Santa Teresa se la nombra de Pero Mingo en algunos mapas topográficos y en la publicación de la Junta de Andalucía Cortijos, haciendas y lagares de la provincia de Sevilla, donde se dice de ella lo siguiente:

Lo más interesante de ella es la portada, que mantiene su original decoración esgrafiada y una inscripción que la fecha en 1761. Como referencia histórica diremos que, Pero Mingo fue comprada en 1741 por don Francisco Gómez de Barreda, del Consejo de Su Majestad y superintendente de las Reales Fábricas de Tabacos de Sevilla. Este importante personaje, que compró en la zona otras fincas, cabe identificarlo con el propietario de la hacienda de la Soledad, también en Alcalá de Guadaíra.

Nuestro Padre Flores, en sus memorias, la denomina de otra forma:

El Lavadero de Santa Bárbara, conocida como el Tonelero, de D. Antonio Blomaert tuvo capilla en lo antiguo, y en 1797 construyó otra dicho D. Antonio con altar a la romana, y un lavadero de lanas: se visitó dicha capilla por el Vicario comisionado por el Sr Arzobispo en 6 de abril, y en atención a estar cuasi a una legua de Alcalá, más de un cuarto de la capilla pública de Belén y oratorio de Torre-palma, término de Carmona, más de media de la capilla pública de San Bartolomé del Monte, término de La Rinconada, y como un cuarto del oratorio de la hacienda de la Soledad, todos los cuales cuatro oratorios y capillas estaban en uso; informó ser de urgente necesidad se concediese licencia para celebrar Misa los días festivos para los trabajadores de ella, las ventas y haciendas inmediatas, y los muchos pasajeros y transeúntes.

En otro mapa topográfico, levantado por el topógrafo Manuel González, en 1872, aparece otra hacienda con el nombre de Pero Mingo junto a la vía pecuaria, distinta a la de San José o El Lavadero, de la que hoy no quedaría ni rastro. En otros se añade una cuarta, la hacienda de Santa Teresa, por detrás de El Lavadero, junto a una olmeda desaparecida en los años ochenta del pasado siglo, y de la que sí aparece algún vestigio en fotos aéreas de los años cincuenta. Sobre esta hacienda dice Padre Flores en sus memorias lo siguiente:

La de Santa Teresa con heredad de viñas en Peromingo Bajo; la vendió Agustín Farfan al convento de este título junto a la Cruz del Campo de Sevilla (que hoy está en los Humeros) ante Domingo de Castro en 10 de agosto de 1665. Después fue de Doña María Josefa Rodríguez.

En este punto conviene recordar que en el término municipal de Carmona, relativamente cerca de donde estamos, tenemos las haciendas de Pero Mingo Alto y la de Pero Mingo Bajo.

La concentración de haciendas en tan poco espacio merecería una investigación en profundidad; en todo caso, se constata la presencia de edificaciones desde el siglo XVII, continuos cambios de propiedad, la utilización del nombre de Pero Mingo como comodín y posibles errores en la cartografía.

Continuamos nuestra marcha flanqueados por olivares, en general de goteo. Tres pinos se sucedieron, que nos permitimos calificarlos como pinos testigos de término. Un milano negro hizo acto de presencia.

En algún punto desembocaba el camino de Matatoros, en dirección a la hacienda del Hoyo, que, desde la carretera hasta donde nos encontramos, también ha quedado privatizado.

En el último tramo, unos restos cerámicos señalaban la presencia de un yacimiento arqueológico, posiblemente de origen romano. En la parte derecha de la vía pecuaria sobrevive un importante núcleo arbóreo compuesto por coscojas, lentiscos, alguna encina, cornicabras, higueras y abundantes herbáceas y a la izquierda olivos. Luego tierra calma y la cárcel Sevilla 2, y frente a nosotros divisábamos la hacienda de Guadalupe.

En Cortijos, haciendas y lagares de la provincia de Sevilla se dice que: «en 1730 la finca era propiedad de los hermanos Juan Bautista y Francisco van der Wilde, seguramente mercaderes flamencos…»; el Padre Flores dice que la hacienda de Guadalupe es conocida como Buque, «que fue de D. Juan de Ochoa, y después de Doña María del Carmen Morera». En la información que facilita la propia hacienda en su página web se dice lo siguiente:

«La hacienda de nuestra señora de Guadalupe perteneció a una familia mexicana asentada en Sevilla que principalmente se dedicaba al cultivo del olivar. Hace tres generaciones que la hacienda llegó a nuestras manos y quisimos conservar su nombre y la devoción por la Virgen de Guadalupe de México».

En las proximidades de la hacienda existió un famoso pino, conocido como el pino de los Buques, del que se dice pudo ser el de mayor tamaño de Alcalá, y puede que sea así, el tamaño de su copa parece confirmarlo, si consultamos las fotografías aéreas de los años ochenta, década en la que fue cortado.

Detrás de la hacienda, en el camino de Las Caleras, se encontraba la casilla de Los Barrios. En algún mapa se la confunde con la hacienda de Guadalupe. Frente a la hacienda aún se conserva la venta de Las Caleras, de la que el Padre Flores dice lo siguiente: «las ventas de las Caleras y de Peromingo de Don Gaspar Ponze». En sus memorias, señala como posible origen del prolífico topónimo, Pero Mingo, al momento del repartimiento, segunda mitad del siglo XIII, donde «se habla de Mingo Neguillo, Pero y Domingo Juan de Agreda…».

Regresamos a nuestro coche comentando lo fácil que sería la recuperación de esta importante vía pecuaria para el uso y disfrute de la ciudadanía y la vida natural, de la poca voluntad política al respecto y lo desconocida que es esta parte de nuestro municipio para la inmensa mayoría de los alcalareños.

Francisco José Gavira Albarrán





La ruta es apta para todos los públicos. Tiene diez kilómetros, entre ida y vuelta.


miércoles, 1 de junio de 2022

Ruta por el Cordel del Término y de la Camorra a la ermita de Belén

Ermita de Belén


La salida del viernes veinte de mayo, con tanto caló, auguraba poca o ninguna comodidad para los cuatro que acudimos a la cita. Un cielo plomizo y los treinta y ocho grados que marcaba el termómetro del coche lo dejaban bastante claro. Y, sin embargo, debido a que los rayos del sol no nos impactaron de lleno, y a una brisa casi imperceptible, logramos soportar bastante bien las altas temperaturas.

Una vez en la urbanización de Las Encinas, nos dirigimos a la calle Clavo para estacionar el coche al final del todo. Esta calle es un tramo asfaltado de la vía pecuaria que ha quedado reducida a poco más de seis metros de anchura. El resto del trazado del cordel del Término y la Camorra también se encuentra usurpado, aunque en menor medida. Los propietarios de las parcelas por donde transita lo han dejado en unos quince metros de media, cuando debería tener treinta y siete y medio, hurtando, de esa manera, el derecho a su uso ganadero, al disfrute público recreativo o constituirse en una reserva ecológica. 

En los primeros metros de nuestro recorrido dejamos a la izquierda un par de campitos de fútbol asilvestrados, por falta de uso, que dieron paso a la conocida como “Dehesa Nueva”, un reservorio ecológico cargado de acebuches, encinas, cornicabras, lentiscos, coscojas, retamas, etc., donde pudimos comprobar que se roturaban algunos espacios sin ningún sentido aparente, pero con una visión estratégica. A nuestra derecha dejábamos atrás un eucaliptal. 

Dehesa Nueva

Mientras una pareja de águila calzada sobrevolaba la dehesa y los conejos salían disparados a nuestro paso, conversábamos sobre el destino que la multinacional del cemento le tiene asignado a esta isla natural, el último espacio adehesado que precede a la zona de terrazas en la comarca de Los Alcores, una reliquia en un entorno fuertemente antropizado.

Tras cruzar la carretera de Mairena a Sevilla, que es también una vía pecuaria, «la verea», los olivos se presentaron a nuestra izquierda y los naranjos a nuestra derecha hasta llegar a la hacienda de San Agustín, donde el olivar cambia de margen y la tierra calma se impone a nuestra izquierda.

Desde la hacienda parte una gavia paralela al cordel, que posiblemente se esté utilizando como desagüe de la balsa que allí han construido. En ella han prosperado acebuches, moreras, parras silvestres (Vitis vinifera ssp. Sylvestris), lentiscos, zarzaparrillas y se encuentra plagada de acantos (Acanthus mollis). En el momento de pasar por allí nos sobrevolaron tres moritos comunes (Plegadis falcinellus), que marchaban en dirección a la hacienda de Torre Palma. El cordel del Término y de la Camorra acaba enlazando, algo más adelante, con la Cañada Real de Pero Mingo y de Palmete. 

Acanto

Al poco, torcimos a la derecha por el cordel de Sevilla a El Viso del Alcor. Cruzamos el entubado arroyo de Belén, que baja de Los Alcores desde las tierras de la hacienda. Se dice del arroyo que en sus riberas tuvo granados y algún membrillo y que el agua discurría con asiduidad. Hoy solo intuimos su curso devorado por el arado, una tierra calma donde antes hubo olivos. A partir de este punto se le conoce como «alamea Belén», una olmeda que fue desmontada en los años ochenta y de la que da testimonio un solitario ejemplar acorralado por girasoles. 

Nosotros torcimos a la izquierda, por un camino de gravilla compactada, para acercarnos a la ermita de Belén, completamente cubierta de higuerones y distante del arroyo unos doscientos metros. 

En los restos semiocultos de la ermita se distinguen dos momentos constructivos bien diferenciados. La dependencia situada a la derecha de la puerta de entrada, levantada con muros de tapial, con algún ladrillo “gafa” y “taco” incrustado, parece la más reciente. El resto, con multitud de remiendos, tuvo que ser la ermita propiamente dicha. Al entrar llama la atención una ventana soportada por dos sillares, que debió tener vistas al campo y luego se quedó enclaustrada con la ampliación. Lo más interesante es la puerta que da paso a la estancia central, formada con bloques de piedra caliza que terminan en un arco carpanel o apaisado. Dentro, una puerta da paso a otra estancia o a un corral. El resto de las paredes de tapial se encuentran derruidas. Las fuentes orales nos cuentan que en los años cuarenta o cincuenta del siglo pasado vivía allí “Pata Palo” con su familia; personaje que ejercía de guarda para varias fincas de la zona.  Leandro José de Flores dice en sus «Memorias Históricas de la Villa de Alcalá de Guadaíra», (1833), que «la capilla pública de Belén se encontraba a algo más de un cuarto de legua de la hacienda de El Lavadero de Santa Bárbara», que se encuentra dentro del término municipal de Alcalá. 

Nos acercamos a un par de pozos sellados en las proximidades de la ermita. Tiramos unas fotos. De regreso paramos donde el camino se cruza con el arroyo. Allí, un enorme, viejo y seco eucalipto alberga una importante familia de salamanquesa común; alguna nos impresionó por su gran tamaño y oscuridad. 

Ya de vuelta, en algún punto del camino, una Megascolia maculata Cf M. bidens, campeaba en una “viudita silvestre” (Escabiosa columbaria L.), mientras tanto un ratonero común sobrevolaba nuestras cabezas.

Viudita silvestre con megascolia

Francisco José Gavira Albarrán

sábado, 23 de abril de 2022

LA UNIVERSIDAD RESPALDA LA PROPUESTA DE PARQUE CULTURAL PARA LOS ALCORES



Un numeroso grupo de profesores de las universidades de Sevilla respaldan con su firma que Los Alcores sean declarados Zona Patrimonial gestionada por un Parque Cultural. 

Entre los docentes se encuentran los catedráticos Manuel Delgado Cabeza, Luis Miguel López Bonilla, Fernando Díaz del Olmo, Belén Pedregal Mateos, María Rocío Silva Pérez, Víctor Fernández Salinas, Leandro del Moral Ituarte, Isidoro Moreno Navarro, David Felipe Benavides Cuevas, Emma Martín Díaz, Juan Antonio Morales González y José Prenda Marín.

Los Alcores es un espacio singular, precioso, que posee un riquísimo patrimonio ambiental, como si se tratara de un mosaico ecológico, debido a un medio físico heterogéneo, conformado por las tres unidades estructurales de la comarca (la vega, la cornisa y las terrazas), en el que destaca como espina dorsal un escarpe acantilado -formado por un material autóctono muy peculiar, el albero, que da origen a una especie de isla edáfica calcárea, producto de la sedimentación de fósiles marinos-, pero también sus huertas, su estepa cerealista y su red fluvial.


Al margen de su insólita orografía y geología -que nos ha proporcionado también un destacable legado paleontológico, una unidad botánica, un tesoro paisajístico y una gran biodiversidad-, esta comarca posee un exuberante patrimonio histórico, monumental y cultural, de un incalculable valor, heredado de las sucesivas civilizaciones que se han asentado en nuestro territorio, en forma de cuevas paleolíticas, poblados milenarios, necrópolis, dólmenes, motillas, castillos, palacios, edificios religiosos, molinos, galerías hidráulicas, cortijos, etc.


En pocos lugares de la geografía andaluza existe una densidad tan grande de patrimonio arqueológico y un solapamiento tan evidente de culturas. Es por ello, que gran parte de nuestro territorio cumple sobradamente con todos y cada uno de los requisitos que se especifican en la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, de Patrimonio Histórico de Andalucía para ser declarado Zona Patrimonial, que sería gestionada por un Parque Cultural.


Este inmenso patrimonio natural e histórico-cultural está sufriendo un paulatino deterioro y existe el peligro inminente de que desaparezcan elementos patrimoniales y naturales de gran valor, que serían irrecuperables si no se aumenta su protección. La experiencia nos dice que para evitar agresiones a nuestro patrimonio no ha bastado con que algunos de sus espacios cuenten ya con ciertas calificaciones y protecciones. Ahí están los casos de las agresiones a Gandul, Bencarrón, La Motilla, La Tablá, etc.


Por esta razón, es urgente una protección mayor de todos los bienes y elementos patrimoniales, activando una figura integradora: la declaración de todo el conjunto con la figura de Espacio Cultural o Zona Patrimonial y la creación de un órgano de gestión –el Parque Cultural- que impulse el diagnóstico y la catalogación exhaustiva de todo el patrimonio histórico y natural de Los Alcores, al tiempo que da a conocer nuestra riqueza patrimonial en toda su amplitud y simultáneamente la convierte en uno de los motores de desarrollo sociocultural y económico de la comarca, mediante las pertinentes inversiones en infraestructuras y servicios como: centros de interpretación, zonas lúdicas y culturales, servicios de difusión, vigilancia y mantenimiento, reforestaciones, estudios de yacimientos arqueológicos, restauraciones monumentales, etc.


La Plataforma de Defensa de Los Alcores tiene el mérito de haber dado un aldabonazo sobre el deterioro de nuestros valores patrimoniales; de haber impulsado su divulgación, la conciencia ciudadana y la propuesta de Parque Cultural de Los Alcores, dando así una visión unitaria y de conjunto de todo nuestro patrimonio, porque los valores paisajísticos, históricos, culturales y ambientales son un conjunto patrimonial indisolublemente unido. Perdería totalmente su sentido, aislar para proteger y poner en valor solamente una pequeña parte de este patrimonio.


Fruto de esta labor ciudadana, existe hoy una mayor sensibilidad ante las agresiones al patrimonio y una mayor predisposición ciudadana a denunciarlas. Su acción reivindicativa -y la de sus integrantes- ha posibilitado que se restauren y protejan elementos patrimoniales importantes como los dólmenes de Gandul, los molinos o las minas de agua. El empuje de la Plataforma ha logrado también que, a nivel institucional, haya pronunciamientos de apoyo al Parque Cultural como el de los plenos de los cuatro ayuntamientos de la comarca y el de la Diputación de Sevilla y un reconocimiento de la Delegación Provincial de Cultura de que la comarca de Los Alcores reúne todos los requisitos para poder ser declarada Zona Patrimonial.  


Ahora ha llegado la hora de que las administraciones muevan ficha. Así lo reclama la comunidad universitaria, el conjunto de la enseñanza, las asociaciones que defienden el patrimonio y el medio ambiente y la ciudadanía en general. Estas declaraciones institucionales deben materializarse en un trabajo conjunto de los ayuntamientos, en una hoja de ruta para lograr que se impulse el procedimiento de declaración de Zona Patrimonial y de creación del Parque Cultural de Los Alcores.


PARA QUE EL PARQUE CULTURAL DE LOS ALCORES SEA UNA REALIDAD LOS AYUNTAMIENTOS DEBEN MOVER FICHA YA

 

 

FIRMAS

 

Catedráticos de Universidad

José Prenda Marín

Manuel Delgado Cabeza

Luis Miguel López Bonilla

Fernando Díaz del Olmo

Belén Pedregal Mateos

María Rocío Silva Pérez

Víctor Fernández Salinas

Leandro del Moral Ituarte

Isidoro Moreno Navarro

David Felipe Benavides Cuevas

Emma Martín Díaz Juan Antonio Morales González  

.

.

Profesores titulares de Universidad

Javier Escalera Reyes

Fernando Sancho Royo

Itziar Aguirre Jiménez

Francisca Ruiz Rodríguez

Carolina Márquez Guerrero

Esteban de Manuel Jerez

Carmen Mozo González

Ismael Vallejo Villalta

Juan Carlos Rodríguez Mateos

Fernando Amores Carredano

María José Chávez de Diego

Marta Soler Montiel

Jesús Manuel Castillo Segura

Luis Andrés Zambrana

Francisco F. García Pérez

Vicente Manzano Arrondo

Félix Talego Vázquez

María José Lera Rodríguez

 

Otros profesores universitarios

Francisco Manuel Ocaña Campos

Ángela Lara García

Arsenio Villar Lama

Mónica Aguilar Alba

Daniel Barrera Fernández

Natalia Limones Rodríguez

Miguel García Martín

Olga Duarte Piña

Álvaro Gómez Peña

Antonio Cano Orellana

Daniel Cascado Caballero Francisco José Cuberos Gallardo

Lucía Muñoz García

Esther Pérez Boza

Rosa Satue López

Juan Blanco López

Raul Puente Asuero

Ángel del Río Sánchez

 

Por otra parte, queremos dejar constancia que el profesorado de Educación Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional ha respaldado ampliamente la presente propuesta, aunque no incluimos sus nombres por ser numerosísimos y exceder de los límites del este comunicado.

 

 

Alcalá de Guadaíra, 19 de abril de 2022.

 

 

Plataforma en Defensa de Los Alcores.

 

 

martes, 12 de abril de 2022

SENDERISMO PRO PARQUE CULTURAL DE LOS ALCORES, DOMINGO 8 DE MAYO


Ante la perdida alarmante de elementos patrimoniales de todo tipo, la ruta pro Parque Cultural de Los Alcores, prevista para el próximo domingo 8 de mayo, es una buena oportunidad para decir basta ya.

Un ejemplo reciente de ataque a nuestro patrimonio lo tenemos en la dehesa Nueva, también conocida como dehesa de Martín Navarro, situada a la izquierda de la carretera de Mairena, justo detrás de la Hacienda de la Caridad y la urbanización de Las Encinas, limitando por el noroeste con la vereda de Pero Mingo, al Sureste con el camino denominado Cañada del Chochar y al sureste con la finca de El Cercado (A esta amplia zona tendríamos que unirle los últimos cerros de Piedra Hincada y los bajos que dan a la Cañada del Chochar), con más de 250 has, cuenta sin duda la mayor superficies de encinas y acebuches de Alcalá y numerosos yacimientos arqueológicos, entre los que destacan varias canteras de época romana. El pasado 7 de abril se ha presentado una ampliación de la cantera que explota la cementera con el objeto de devorarlo todo en cuatro fases...
Difunde la convocatoria.


 

domingo, 10 de abril de 2022

El grupo de jóvenes ecologistas Al-Verde convoca el reto “SE BUSCA PARQUE CULTURAL”.

Nota de prensa.

Al-Verde, el grupo joven de la asociación ecologista alcalareña Alwadi-ira – Ecologistas en Acción, ha convocado un reto en las redes sociales bajo el nombre de “SE BUSCA PARQUE CULTURAL”. Durante el mes de marzo y hasta el 17 de abril, los jóvenes ecologistas nos invitan a realizar y publicar fotos de nuestro entorno patrimonial. En concreto, las fotografías deben tener como tema central el yacimiento de Gandul, pudiendo tratarse tanto de su paisaje, caminos, fauna y flora, como de su patrimonio arqueológico, dólmenes, mausoleo romano, etc.

El objetivo de este reto es recordar a la población alcalareña la importancia de Gandul para la Historia de Alcalá, así como denunciar la dejadez de las instituciones, que mantienen gran parte del yacimiento vallado y sin acceso posible para su visita. Con este fin, Al-Verde ha creado dos hashtag para que los participantes puedan colgar sus fotos en Facebook e Instagram: #GandulEsNuestro y #ParqueCulturalLosAlcoresYa. Las mejores fotografías serán reconocidas con un diploma honorífico.

Asimismo, con esta actividad Al-Verde apoya la iniciativa promovida por Alwadi-ira de recogida de firmas para la creación de un Parque Cultural en la comarca de Los Alcores, y que ha recibido una excelente acogida. Para más información sobre el reto, puede consultar las bases en las redes sociales de Alwadi-ira y Al-Verde, y también en formato QR.

https://alwadi-ira.es/web/2022/03/15/se-busca-parque-cultural/


                             Alcalá de Guadaíra, a 18 de marzo de 2022. 

Correo electrónico: alwadi.ira@gmail.com  Apdo. correos: 226 Alcalá de Guadaíra.

 

lunes, 4 de abril de 2022

EL RÍO GUADAIRA

El río Guadaíra es un afluente del Guadalquivir cuya cuenca tiene una superficie de 1.318 Km2, extendiéndose por los términos municipales de Puerto Serrano, Morón de la Frontera, Coronil, Paradas, Arahal, Los Molares, Utrera, Carmona, el Viso del Alcor, Mairena del Alcor, Alcalá de Guadaíra, Dos Hermanas, Sevilla y Coria del Río.


Tiene su nacimiento en las últimas estribaciones de las sierras subbéticas, en las llamadas sierras de Morón de la Frontera y aunque el nacimiento oficial es el manantial de Pozo Amargo, en el término municipal de Puerto Serrano, manantial de aguas sulfurosas que fueron utilizadas para usos medicinales desde mediados del siglo XIX, el río Guadaíra posee otros nacimientos más lejanos y de mayor altitud, como Gaena, Charquillos,  Pozo del Salado o El Santo.

Desde su cuenca alta, espacio que está en proceso de ser declarado Paisaje Protegido, sus aguas se dirigen hacia la Campiña, rodeando la Sierra de Espartero, visible desde Alcalá de Guadaíra, supera la formación de Los Alcores y, tras recorrer los últimos kilómetros por las terrazas del Guadalquivir, desemboca en este río, actualmente a unos veinte kilómetros de Sevilla, en el lugar conocido como San Millán, en el término municipal de Coria del Río, ya que su cauce fue desviado a principios del siglo XIX

El río Guadaíra tiene una longitud aproximada de 128 kms, siendo sus afluentes más importantes, por su margen derecha el Salado, El Saladillo, La Alameda, Los Barros, El Cuerno y el Salado de Morón y por su margen izquierda el Guadairilla o Aguaderilla, conocido el Alcalá como Arroyo de Maestre, por discurrir sus últimos metros por esta finca.

El río Guadaíra, y los arroyos de su cuenca, es conocido por varios motivos, entre ellos el patrimonio ligado a sus riberas, especialmente los molinos que han llegado a superar los 65, El Boticario, La Rubia, San Pedro, Aceñas, Benarosa, San Juan, Algarrobo, Arrabal, Realaje, Pelay Correa, Cerrajas… y de los que hoy día aun podemos localizar restos de más de 50.

Otro de los motivos por lo que el río Guadaíra ha sido conocido en los últimos decenios es la grave contaminación que ha afectado a sus aguas, especialmente proveniente de las aguas residuales urbanas y de los alpechines y sosa caústica proveniente de las industrias dedicadas a la transformación de la aceituna. Actualmente estos problemas se han reducido, aunque no solucionado completamente.

Antonio Gavira Albarrán

14 de junio de 2014


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

lunes, 21 de febrero de 2022

RUTA DE LOS ALCORES IV ENCUENTRO COMARCAL - SENDERISMO DOMINGO 13 DE MARZO 2022



La Plataforma Comarcal "El Camino que nos Une" retoma la celebración de este evento que se aplazó en marzo de 2020 debido a la pandemia de Covid-19.
Los inscritos que NO solicitaron devolución deben confirmar que están inscritos y responder que desean participar enviando correo para confirmar.


FECHA: 13 de marzo de 2022.
INSCRIPCIONES: desde el 21 de febrero hasta el 9 de marzo.
PRECIO 8 euros. Limitadas a 600 participantes (300 Travesías / 300 Ruta Circular).
INCLUYE: Credencial / Desayuno / Avituallamientos Líquido y Sólido / Plato de Arroz + Bebida / Bus / Obsequio conmemorativo.

La Ruta de Los Alcores es una oportunidad para disfrutar del importante patrimonio histórico, cultural, artístico y natural que posee la comarca de Los Alcores. Una experiencia dirigida a senderistas y a personas sensibilizadas con el patrimonio y el medio ambiente.

TRAVESÍAS:
- Alcalá de Guadaíra - Carmona. Distancia: 38 Km.
SALIDA: 05:30 h. desde Avenida de Portugal (Junto Molino La Tapada).

- Mairena del Alcor - Carmona. Distancia: 22 Km.
SALIDA: 09:00 h. Desde Casa Palacio (Calle Real, 60).

- El Viso del alcor - Carmona. Distancia: 14 Km.
SALIDA: 10:30 h. Desde Ayuntamiento. (Plaza Sacristán Guerrero, s/n.)

RUTA CIRCULAR (CULTURAL):
- Carmona - Carmona. Distancia: 6 Km.
SALIDA: 09:00 h. recinto Ferial (Caseta Los Tranquilotes).

HORARIOS PUNTOS DE RECEPCIÓN Y AVITUALLAMIENTOS:
Consultar Normativa y Página Web oficial.

SERVICIO GRATUITO BUS: La organización GARANTIZA el regreso en autobús hasta el punto de salida. Para ello es INDISPENSABLE indicarlo previamente al rellenar el formulario de inscripción. Más información en la normativa y teléfonos de información.

INFORMACIÓN:
- Alcalá de Guadaíra: 651107640
- Carmona: 655107016
- El Viso del Alcor: 674847750
- Mairena del Alcor: 689788547
elcaminoquenosune@hotmail.com

Página web: Ruta Comarcal de los Alcores. 

viernes, 4 de febrero de 2022

Defender el patrimonio histórico y natural.


Los colectivos culturales y ecologistas, que tienen como zona de actuación la comarca de Los Alcores, han desarrollado una importante labor. Esta se ha concretado en publicaciones, jornadas, conferencias, propuestas, rutas culturales y reivindicativas, limpiezas de vertederos, plantaciones y denuncias de todo tipo que han conseguido ralentizar o incluso parar estrategias dominadas por una rentabilidad inmediata; hablamos de canteras, quema de residuos en la cementera, urbanizaciones, macro plantas fotovoltaicas, etc. 

Estas entidades son las que más han contribuido a su protección. Las administraciones también han implementado medidas conservacionistas, administradas por ellas en exclusividad: “río Guadaíra monumento natural”, determinados inmuebles declarados BIC o la protección establecida en la ordenación urbanística; necesarias pero muy insuficientes en cuanto a su contenido y extensión para conseguir una protección efectiva de Los Alcores como unidad patrimonial. 

Las administraciones han marchado a remolque de la sociedad civil. Un ejemplo lo tenemos en la declaración como monumento natural, en 2011, de una zona del río Guadaíra a su paso por Alcalá. Ya, en agosto de 2007, Alwadi-ira solicitó a la Consejería de Obras Públicas su inclusión en el Plan Especial de Protección de los Espacios Naturales y en el Catálogo de Espacios y Bienes Protegidos de la Provincia de Sevilla, ese mismo año también se presentó como alegación al Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla.   

Otro ejemplo lo tenemos en las actuaciones llevadas a cabo en el dolmen de la Cueva del Vaquero, en el llamado Tholos de las Canteras o la cata arqueológica realizada en la villa romana de Las Majadillas. 

Todas actuaciones positivas que se produjeron en periodos de una intensa actividad reivindicativa de las Plataforma Salvemos el Guadaíra y en Defensa de Los Alcores. 

Sin duda, Los Alcores reúnen todos los requisitos para poder ser declarada Zona Patrimonial gestionada por un Parque Cultural.  

Así lo dijeron, aprobaron y lo pidieron los cuatro ayuntamientos de la comarca y la Diputación Provincial de Sevilla. 

La Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía lo diría en un informe remitido al Defensor del Pueblo Andaluz y la Consejería de la Presidencia al Senado, ambos forzados por la presión de la ciudadanía. 

La Diputación reitero en 2010 que seguía en vigor el acuerdo y que implicaría la inclusión de Los Alcores en la Red de Espacios Culturales de Andalucía. 

Luego, la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla publicó “Alrededores: una geografía patrimonial para Los Alcores y El Aljarafe, donde se defiende la propuesta de Zona Patrimonial y Parque Cultural, señalando un posible ámbito y un organigrama para el órgano de gestión Parque Cultural de Los Alcores. 

En 2017 el PP de Sevilla puso el grito en el cielo reclamando a la Junta de Andalucía el desbloqueo del Parque Cultural de Los Alcores … “Es inadmisible que la junta mantenga paralizado un proyecto como el Parque Cultural de Los Alcores a pesar de las peticiones de los cuatro ayuntamientos y los beneficios que supondría para la comarca.” Un grito que ha quedado en el olvido una vez en el gobierno de la Junta. 

En octubre de 2019 se reunieron en Mairena del Alcor los alcaldes de la comarca para tratar, entre otros asuntos, sobre el Parque Cultural de Los Alcores. 

Estamos en 2022 y aún no se ha concretado la propuesta; a pesar de que la Ley 14/2007, del Patrimonio Histórico Andaluz, tiene los instrumentos para dotar a Los Alcores con una mayor protección con los denominados Espacios Culturales, que a su vez se clasifican en “Conjuntos y Parques Culturales”. 

La Ley determina, como paso previo y necesario, su la declaración como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Zona Patrimonial. Para ello, los ayuntamientos de los cuatro municipios deben promover un expediente solicitando a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía la Zona Patrimonial, en coordinación con la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental. Completado este trámite, es necesario que alguno de los grupos parlamentarios presente una proposición no de ley para su aprobación por parte de la Comisión de Cultura del Parlamento Andaluz. Una vez aprobada, se traslada al Consejo de Gobierno para que se declare Parque Cultural a Los Alcores. 

Es urgente concretar el ámbito espacial, que debe tener como referencias las propuestas planteadas, tanto por la Plataforma en Defensa de Los Alcores, como la elaborada por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla. 

El órgano de gestión del Parque debe contar con la participación amplia de la sociedad civil, como garante de una gestión sostenible que permita un crecimiento en calidad de vida, sin que esto suponga un perjuicio para el patrimonio histórico y natural. 

La Plataforma ha planteado unas medidas de urgencia:

 

       a) Estudio, catalogación y divulgación del Patrimonio de los Alcores.

       b) Actualización del catálogo de B.I.Cs.

       c) Diseño de unas infraestructuras que pongan en valor la zona.

       d) Recuperación de los bienes de dominio público y/o titularidad pública.

       e) Mayor protección en los distintos P.G.O.Us locales.

       f) Coordinación de las administraciones implicadas para dedicar más recursos.

       g) Elaboración de un plan o estrategia de eliminación de los impactos paisajísticos.

       h) Estudio y catalogación de las especies vegetales y animales.

       j) Plan de desarrollo de una economía sostenible. 

Para desbloquear la situación ha lanzado una campaña de recogida de firmas: https://parqueculturalya.es/firmar-el-manifiesto/

Francisco José Gavira Albarrán