Este es el primer recorrido que
hemos propuesto por ser el más visitado, aunque no por ello realmente conocido
por los vecinos de Alcalá y su entorno. En él hemos tratado de exponer, paso a
paso y brevemente, el itinerario, resaltando los elementos de mayor interés.
Esta ruta tiene una longitud
aproximada de 2.500 metros, por tanto, podemos hacerla con tranquilidad en una
hora y media.
Se inicia este itinerario en el
Hotel Oromana, edificio construido a finales de los años veinte, como
consecuencia de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, desde donde tendremos
unas magníficas panorámicas del río Guadaíra, los molinos de San Juan y
Benarosa, el recinto ferial, la hacienda Oromana, etc. Desde el hotel bajaremos
para entrar por la puerta junto a un panel explicativo y bajaremos por el
camino en dirección al molino de Benarosa, en este tramo podemos observar una
gran variedad de vegetación arbustiva y arbórea, donde se entremezclan la
vegetación típicamente mediterránea: pino piñonero y carrasco, almeces,
moreras, acebuches, coscojas, lentiscos, cornicabras, espinos, retamas,
madreselvas, pestosos, hiedras, zarza parrillas, etc., con una gran variedad de
plantas que han sido introducidas en este parque: plátanos, paraísos,
eucaliptos, acacias de tres espinas, falsas acacias, cipreses, tuyas,
casuarinas, etc…, y junto al río alguna vegetación de ribera: olmos, fresnos,
alguna adelfa, carrizos, zarzas, etc…
El molino de Benarosa, como
casi todos los molinos de la cuenca del río Guadaíra, es de época árabe, aunque
posteriormente han sido restaurado en mayor o menor medida. En éste podemos ver
aún en buen estado la azuda, el molino y la casa del molinero, que han sido
restaurado. Algo más adelante se encuentra el molino de San Juan que, al igual
que el anterior ha sido restaurado. Si continuamos nuestro recorrido pasaremos
por debajo de un pequeño puente encalado, sin saberlo estamos pasando por
debajo de la antigua atarjea del molino o molinos de Oromana. Podemos subir a
él para verla desde arriba y aún hoy podemos imaginar como era aquel molino,
del cual también se conserva la casa del molinero.
Molino de Oromana |
Este paseo nos llevará hasta la
pasarela, que dejaremos a la derecha, y seguiremos el camino, hasta una curva
que hace el río conocida como La Comba, desde donde tendremos una panorámica de
la huerta de La Pañuela que se encuentra al otro margen del río, lugar de gran
riqueza en árboles y aves.
Si bajamos un poco nos
encontraremos con el molino de El Algarrobo, igualmente de origen árabe, pero
en peor estado que los anteriores. Al otro lado de su azuda se encuentran los
restos de una antigua fábrica de harina, llamada La Máquina, construida por los
hermanos de La que fue construida sobre un antiguo molino, el de La Caja.
Si pasamos por su puerta
podemos seguir nuestra ruta por un camino que se encuentra junto a una charca y
que se adentra en el río y un naranjal de naranjas agrias en el lugar conocido
como El Bosque, en este lugar destacan sobre todo los viejos almeces que
aparecen a nuestra izquierda y los enormes plátanos que aparecen en la margen
del río.
Algo más adelante nos
encontramos con el molino de La Tapada y al otro lado del río el bonito parque
de San Francisco, donde se encuentra otro molino, el de Las Eras construido en
1605.
Molino de La Tapada |
Desde el molino de La Tapada el
camino sigue hacia la izquierda y ascenderemos por un pequeño sendero que nos
conducirá hasta la ermita de San Roque, edificio de 1570 y reedificado en 1886,
donde se guarda una talla de Nuestra Señora de Belén de 1570.
Desde este privilegiado lugar
podremos disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad, del castillo, de la
iglesia de Santiago, el puente, el parque de San Francisco etc.
Si rodeamos la ermita, veremos
como el camino se adentra en los pinares de Oromana. Estos pinos son de la
especie pinus pinea (pino piñonero), que nos acompañaran hasta el final de
nuestra ruta de vuelta en el Hotel de Oromana.
Antonio Gavira Albarrán
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